martes, 4 de septiembre de 2012

La trucha se extinguirá en la Península Ibérica






Según un estudio elaborado en la Universidad Complutense de Madrid, el hábitat de la trucha es muy susceptible a las consecuencias de la transformación de su entorno por lo que el cambio climático, la contaminación, la sobrepesca y la extracción de agua para el riego de los cultivos propician que este pez, en 2040, haya reducido su presencia a la mitad. En 2100 se habrá extinguido casi por completo de los ríos ibéricos eliminándose también las poblaciones de esta especie, como por ejemplo la trucha marrón, la trucha arcoíris, la trucha dorada, y la trucha degollada entre otras.

La familia de los salmónidos es una de las muchas especies de peces que se ven amenazadas por el calentamiento global. Los salmónidos necesitan para vivir aguas claras y frescas, y en estos momentos dichas aguas escasean en la Península Ibérica.

El problema en las poblaciones de truchas, derivado de los cambios de temperatura, ha sido estudiado por la investigadora Ana Almodóvar que gracias al medio de comunicación SINC sabemos que ha explicado que “Este animal tiene unos márgenes fisiológicos muy estrechos para vivir por lo que es un buen indicador del estado de los tramos altos de nuestros ríos”. La revista Global Change Biology ha sido la encargada de la publicación de dicho estudio.

Los científicos, gracias a un modelo matemático, calcularon el agua de los ríos de Navarra entre 1975 y 2007 y analizaron una tendencia al alza y una subida sobre 1986. Además, el equipo monitorizó la población de truchas en 12 ríos de la cuenca del Ebro, y observó que la disminución en las poblaciones de este pez estaban asociadas al fenómeno del calentamiento.

Gracias a la recogida de datos los científicos han podido elaborar una previsión del estado de la trucha en el futuro. Como apunta la bióloga “Las medidas son muy exactas y el registro de temperaturas abarca una serie temporal muy larga”. En el mejor de los escenarios registrados la situación de la trucha se considera desastrosa.

El equipo de investigación considera que los resultados son extrapolables a otras regiones ibéricas y mediterráneas como las penínsulas Itálica, Balcánica y Anatólica. Afirman que “La región del Mediterráneo es una zona muy vulnerable a las variaciones climáticas y a la disminución de la disponibilidad de agua”.

Gracias al medio SINC sabemos que la investigadora Almodóvar ha señalado que “Hasta ahora se intuía que, debido al cambio climático, las poblaciones de trucha de los países del sur de Europa iban a estar más afectadas que las del norte, pero faltaba un estudio concreto que avalara esta idea. La pérdida de la trucha sería una pérdida irreparable.

La variabilidad genética de la trucha no se ve amonestada solo por el cambio climático sino porque las cuencas hispánicas, que son muy antiguas, han sido repobladas con truchas de procedencias genéticas diferentes a las españolas.

Como informa la investigadora “Hay una gran contaminación de genes alóctonos en las poblaciones nativas de estos peces ya que históricamente se han importado huevos de piscifactorías en vez de desarrollar aquí las líneas puras específicas de cada cuenca”.

El estado ecológico de los ríos es cada vez más frágil debido a efectos como el aumento de temperaturas, la contaminación y la extracción de agua. Las truchas sólo pueden localizarse en las cabeceras de los ríos.

La trucha en España es considerada una especie prioritaria en la pesca deportiva ya que simboliza un recurso socioeconómico muy importante. La demanda de esta especie es cada vez mayor y debido a la sobrepesca esta especie acabará extinguiéndose en menos de 100 años.

Ana Almodóvar termina diciendo que “Una característica común de las poblaciones sometidas a la pesca deportiva es el descenso en el número de individuos mayores, debido a las extracciones de los ejemplares de gran tamaño”.

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario