A pesar del día soleado, los bañistas no pudieron disfrutar ayer al 100 % de buena parte de las playas de A Mariña. Una plaga de medusas continúan llegando a la costa arrastradas por las corrientes y el viento. La zona oriental concentra la mayor parte de los arenales, más de 20, en los que los concellos han decidido prohibir el baño para evitar picaduras y otras reacciones adversas, principalmente en niños y personas con historial de alergias (atopía o asma).
En los dos últimos días se han localizado en el mar y en la arena diferentes especies. Además de la clavel (Pelagica noctiluca), cuya picadura es muy molesta y que ya obligó a cerrar anteriormente playas en el Occidente astur, también aparecieron ejemplares de carabela portuguesa (Physalia physalus). Los socorristas de Foz detectaron ayer por la tarde una nueva especie aún por determinar. Por su gran tamaño no se descarta que se trate de ejemplares de Rhizostoma pulmo, una especie que la Coordinadora para o Estudio dos Mamíferos Mariños identificó cerca de la costa del norte de Lugo y A Coruña.
Los socorristas que todavía vigilan los arenales más visitados (A Rapadoira, Llas y Peizás) alertaban a los usuarios sobre el peligro. Invirtieron buena parte de la jornada en retirar las medusas que llegaban a la arena.
En Barreiros aumentó su presencia a lo largo del día; por la mañana se concentraban en San Bartolo, Remior y Acantilado, y a última hora Protección Civil ya había prohibido el baño en todas las playas. Ribadeo hizo lo propio en As Catedrais, As Illas, Os Castros, Esteiro, Rocas Brancas y en las calas de O Cargadeiro. Tras localizar ejemplares de clavel y carabela portuguesa, Burela detectó medusas en O Cabaliño y en parte del arenal urbano. Y Cervo, donde la llegada de medusas fue desigual, también prohibió el baño.
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