Zona de pesca del río Furelos en el municipio de Santiso
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Los vecinos de Santiso no quieren recuperar el antiguo coto de pesca que, al paso del río Furelos por el municipio, abarcaba desde A Ponte Nova, a unos 300 metros de la desembocadura del cauce fluvial en el río Ulla, hasta el salto hidroeléctrico ubicado en el lugar de Portodís. La propuesta de acotar para la práctica del deporte ese tramo fluvial, de unos 7 kilómetros, partió de un pequeño grupo de pescadores de Santiso, que se toparon de bruces con el rechazo manifiesto en más de 900 firmas recogidas por la sociedad de caza y pesca del municipio.
El presidente del colectivo, José Antonio Roca, apunta que la oposición vecinal a la iniciativa reside en el propio mecanismo de funcionamiento de los cotos de pesca, que, al restringir el número de permisos para practicar el deporte, resulta «pouco democrático», ya que «non garante a igualdade de oportunidades para ir pescar», entiende. Acotar el río supone que los pescadores «teñan que depender de que haxa cotos para ir e de cartos para pagalos», explica Roca, que afirma no querer que en Santiso suceda lo mismo que en el coto de pesca del río Furelos en Melide, «onde hai xente que leva dous anos agardando por un permiso para pescar alí», asegura. Y en el municipio santisés -añade-, «hai moita xente maior que vai ao río, á que, por tanto, se lles limitarían as posibilidades que teñen de ir pescar».
Gobierno y oposición de Santiso apoyan a los vecinos en su rechazo a crear el coto de pesca, que ya ha sido comunicado, junto con las correspondientes firmas, a Medio Ambiente.
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