Limpieza en una de las zonas afectadas |
El vertido de más de 3.000 litros de gasóleo al mar, como consecuencia del sabotaje a diez camiones de la empresa Miana, en el municipio de Ribadeo, ha provocado cierta preocupación entre los pescadores de la zona, por las consecuencias que puede tener este acto vandálico sobre las poblaciones de percebe o erizo de esa parte de la costa lucense.
La patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Ribadeo, Celia Pacio, reconoció que, al menos de momento, no se puede valorar el impacto ambiental que tendrá este acto vandálico, dado que una parte de los más de 3.000 litros de gasóleo derramado se filtraron a través de un regato y llegaron al mar.
En principio, el vertido afectó a la zona de Os Castros, aunque no se descarta que una parte llegase a afectar también a la playa de As Catedrais, declarada Monumento Natural.
Celia Pacio confía "en saber algo más hoy", dado que se espera la llegada de un grupo de biólogos de la Xunta de Galicia que, a partir del mediodía, con la marea baja, recogerán muestras de las poblaciones de percebes y erizos en la zona afectada, para comprobar el impacto que pudo haber provocado.
También tomarán muestras del agua que queda en las pozas que se forman en el arenal de Os Castros con la marea baja, para determinar "si está o no limpia".
En todo caso, la patrona mayor confía en que el vertido "no va a afectar mucho", porque "en esa zona el mar bate mucho y con mucha fuerza".
Por su parte, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Burela, Basilio Otero, afirmó que los autores del sabotaje tenían "ganas de fastidiar un poco", porque "el vertido no sólo afectó a la playa de As Catedrais, que es una cosa muy bonita, sino también a los recursos, porque al percebe y al erizo algo también les tocará".
Desde su punto de vista, puede ser una "pequeña catástrofe", porque "algo que en principio no tenía que ver con los marineros, al final nos va a tocar como siempre", concluyó.
La zona afectada ya fue visitada ayer por la conselleira do Mar, Rosa Quintana, quien informó que de que se realizará un estudio de impacto ambiental para determinar el alcance real del vertido.
El vertido se produjo ayer -domingo, día 17 de marzo- en la zona de A Devesa, en Ribadeo, como consecuencia del brutal sabotaje que sufrieron diez camiones de la empresa Miana, que aparecieron con las ruedas pinchadas, los depósitos de combustible destrozados y la suspensión neumática rota. Unos daños que su propietario valoró en más de 100.000 euros.
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