El día 11 de abril de 2012 a las 04:30 horas la embarcación de pesca Mar de Dios se hizo a la mar, desde el puerto de Portosín (A Coruña) en la Ría de Muros y Noia, con un patrón y un marinero a bordo. Según las declaraciones de los tripulantes, hacia las 04:50 horas, a la altura de Punta Sagrada, se escuchó un ruido e inmediatamente la embarcación se quedó sin propulsión por la parada repentina del motor propulsor.
El patrón desembragó el motor y lo puso en marcha, pero se volvió a parar al embragarlo en marcha atrás para intentar zafarse de algún objeto que hubiese quedado enganchado en el eje. El patrón desembragó y puso en marcha el motor dos veces más, pero éste se volvió a parar al intentar embragarlo con diferentes marchas y con fuerte aceleración.
A las 04:55 horas el patrón pidió auxilio a las embarcaciones próximas por el canal 73 de VHF, al comprobar que la embarcación derivaba hacia las rompientes y que no conseguía solucionar el problema que impedía la transmisión de movimiento del motor a la hélice.
A continuación el marinero saltó al mar, por orden del patrón que le indicó que nadara mar adentro, y poco después saltó el patrón. Poco antes de saltar al mar intentó infructuosamente liberar el ancla de rezón que estaba sujeta a los candeleros de proa. Ambos llevaban puestos los chalecos salvavidas.
Aproximadamente a las 05:00 horas la embarcación embarrancó. A las 05:09 horas el pesquero Axexo Primero recuperó del mar a los dos tripulantes, muy cerca de la costa en Porto do Son (A Coruña), con síntomas de hipotermia leve.
El patrón del Axexo Primero informó del rescate al Centro de Coordinación de Salvamento de SASEMAR en Finisterre por el canal 16 de VHF.
A las 05:10 horas SASEMAR ordenó la movilización de la embarcación de salvamento Salvamar Regulus.
A las 05:30 horas su patrón informó que había accedido por tierra a la zona del accidente constatando que el Mar de Dios estaba varada y que era imposible el acceso a ella por mar, razón por la que la Salvamar Regulus no llegó a salir de su base en Porto do Son.
A las 05:40 horas el Axexo Primero atracó en el puerto de Portosín, desembarcando a los dos accidentados, que fueron trasladados en ambulancia al Hospital de Barbanza de Ribeira (A Coruña) donde fueron dados de alta a media mañana.
A las 08:55 horas el patrón de la Salvamar Regulus observó desde tierra que el Mar de Dios se había roto por los embates del mar y el viento. Los trozos de la embarcación, que llevaba aproximadamente 200 litros de gasoil, se estaban esparciendo por la zona.
A las 09:30 horas miembros de Protección Civil de Porto do Son localizaron varados en la zona del accidente los tanques de aceite hidráulico y combustible del Mar de Dios, que posteriormente fueron recuperados. No se apreciaba contaminación en la zona.
Zona donde ocurrió el accidente
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El Mar de Dios, era un buque de pesca de artes menores de 7,17 metros de eslora, construido en los Asteleiros José Losada S.L. de Rianxo (A Coruña) en el 2.005, disponía de licencia en vigor para faenar en el Caladero Nacional Cantábrico NW con artes menores, válida hasta julio de 2015. En el momento del accidente estaba despachada, todos sus certificados estaban en vigor y además contaba con un certificado de exención de balsas salvavidas para embarcaciones de menos de 24 m de eslora. La embarcación era propiedad de su patrón al mando.
El marinero disponía de la titulación de Patrón Local de Pesca en vigor, y de los certificados de Competencia Marinero, Formación Básica, Básico Lucha Contra Incendios y Básico Supervivencia en la Mar. La dotación mínima de seguridad era de una persona según resolución del capitán marítimo de A Coruña del 22 de octubre de 2009, y obligaba a anotar en la Resolución de Despacho las siguientes condiciones para su validez:
“La presente Resolución autoriza la navegación para la pesca local en las aguas de la Ría de Muros-Noia por dentro de la línea que une Monte Louro con Punta Sagrada (Porto do Son) siempre que se encuentre a la vista de otras embarcaciones. El patrón deberá llevar siempre puesto chaleco salvavidas y portátil VHF GMDSS consigo”. En esta misma resolución de 22 de octubre de 2009 se concedía, para embarcaciones de menos de 7,5 m de eslora total, la exención de disponer de balsas salvavidas a bordo “en las aguas de la Ría de Muros-Noia por dentro de la línea que une Monte Louro con Punta Sagrada (Porto do Son) y por fuera de dichas aguas con buen tiempo sin alejarse más de 1 milla de la costa”. La línea que une Monte Louro con Punta Sagrada está dibujada en color verde en la figura anterior.
Chalecos salvavidas y VHF portátil utilizados por los tripulantes de la embarcación Mar de Dios
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Los datos obtenidos indican que el accidente fue causado por el bloqueo de la hélice por algún objeto que se insertó entre ésta, el eje de cola y el codaste.
De acuerdo con las declaraciones de los tripulantes el motor principal arrancaba correctamente, por lo que se puede descartar una avería del motor y se analizará un fallo en el eje de cola y la hélice. El eje de cola de la embarcación tenía instalado un cortacabos porque, según declaraciones del patrón, era habitual encontrar objetos hundidos o semihundidos en la zona, que podían bloquear el eje de cola; de hecho el patrón ya había sufrido en varias ocasiones el bloqueo del eje de cola.
Juan Carlos Martínez, derecha, junto a su hermano Marcos y el barco Mar de Dios
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Los objetos que habitualmente pueden bloquear el eje de cola son:
Calamento de nasas insuficientemente señalizado. La existencia de calamentos de nasas insuficientemente señalizados, con frecuencia ilegales y situados fuera de las zonas balizadas, entraña un peligro evidente para la navegación costera tanto de embarcaciones de pesca como de recreo, especialmente de noche, por el riesgo de bloqueo de los ejes de cola de las embarcaciones que pasen sobre ellos.
En este caso no se considera probable que la causa de la parada del motor se debiese a un calamento de nasas insuficientemente señalizado debido a que:
- En caso de engancharse el cabo de uno de estos calamentos con el eje o la hélice no produciría un tirón repentino y sonoro sino un movimiento más amortiguado hasta que se parase el motor, al ir enrollándose y tensándose todo el aparejo y la nasa. Esta situación es fácilmente reconocible por alguien que ya la ha experimentado anteriormente, como el patrón de la embarcación Mar de Dios.
- En este tipo de enganche del eje de cola, los corchos, flotadores y boyas de este tipo de nasas suelen quedar flotando en sus proximidades. En este caso no se observaron este tipo de elementos en la zona del naufragio.
- El cortacabos instalado en el eje de la hélice de la embarcación Mar de Dios habría podido cortar el cabo de una de esas nasas.
Restos de un aparejo de pesca con trozos de redes. Los aparejos de pesca que ocasionalmente se hayan caído de un buque y que tengan trozos de redes son mucho más agresivos para las hélices que las nasas, pudiendo provocar una parada violenta como la relatada.
También son más difíciles de destruir con un cortacabos. La embarcación navegaba a poca distancia de la costa y las condiciones meteorológicas hacían derivar la embarcación hacia las rocas. En las rutas habituales de navegación costera que siguen las embarcaciones de pesca local de la zona, Punta Sagrada es un punto de recalada y de cambio de rumbo para continuar hacia el sur en la dirección del caladero, en el que las embarcaciones pasan a poca distancia de la costa. Ello hizo que los tripulantes dispusiesen de poco más de cinco minutos desde la parada del motor hasta el embarrancamiento. Otros hechos destacables en el accidente son:
Desde el momento de la parada del motor hasta el abandono de la embarcación, la tripulación no se preocupó del fondearla, para evitar ser arrastrados hacia las rocas, sino que centró su atención en solucionar los problemas con la propulsión y sólo en el último momento intentaron fondear, sin conseguirlo, el rezón de que disponía la embarcación.
Las comunicaciones de socorro se realizaron por el canal 73 de VHF, de trabajo entre los pesqueros de la zona, y no se utilizó el canal 16 de VHF. Aunque en este caso el Axexo Primero y el Mar de Dios disponían de equipos duplicados para escuchar simultáneamente los canales 16 y 73 de VHF, y la proximidad y rápida actuación del Axexo Primero permitió rescatar a los náufragos en aproximadamente 13 minutos, el uso del canal 16 de VHF hubiese permitido alertar a un mayor número de embarcaciones así como a los efectivos de SASEMAR, aumentando las posibilidades de rescate.
Tanto el patrón como el marinero del Mar de Dios tenían puestos los chalecos salvavidas cuando fueron rescatados. Sin embargo, el patrón que era una persona experimentada en la mar, no tenía el chaleco salvavidas correctamente ajustado. Con un chaleco salvavidas mal ajustado se produce un desgaste físico acelerado como consecuencia de intentar mantener la cabeza fuera del agua y el chaleco salvavidas en una posición adecuada mientras se nada, para alejarse de las rompientes. Ello pudo contribuir a que el cansancio del patrón al ser rescatado fuera muy superior al del marinero.
La decisión de nadar mar adentro, que el patrón comunicó al marinero antes de que éste saltara al agua, les alejó del peligro más inmediato de ser arrojados contra las rocas posibilitando que fueran rescatados.
Restos del Mar de Dios |
A Segundo Blanco, patrón del Axexo, el barco que rescató a los náufragos necesitaba contar lo sucedido, hablar de cómo de madrugada lograron rescatar a los tripulantes del Mar de Dios. Explicaba que oyeron por el canal de VHF las voces de auxilio «e fumos canto antes. O mar non estaba moi ben, e cando chegamos non os viamos. Cando os atopamos, tiñan os chalecos postos e ían a nado. O mariñeiro parecía que estaba ben, falaba, pero ao patrón atopámolo moi bloqueado, como ido. A verdade é que se tardamos uns minutos máis, non sei o que tería pasado, non o sei».
Ni a Blanco ni al resto de los tripulantes del Axexo les llegó la calma «ata que nos chamaron os familiares dicindo que xa lles deran a alta». Blanco dice que es la primera vez que tiene suerte con una búsqueda. Que no se le van de la memoria noches como la del hundimiento del Furacán.
Segundo Blanco |
Y, de despedida, pronuncia una frase pesimista. «Xa levo tres búsquedas nesta familia que somos a xente do mar, a próxima vez igual me buscan a min, quen sabe, co mar ninguén sabe nada».
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