El 31 de octubre de 2011, sobre las 06:00 horas, el pesquero Nuevo Sideral salió del puerto de Porto do Son (A Coruña) para ir a faenar con el arte de pesca denominado palangrillo, frente a la playa de Espiñeirido, situada a 2 millas al Nornordeste de cabo Corrubedo. A bordo de la embarcación iban tres tripulantes.
En torno a las 10:00 horas, los dos marineros se hallaban en la proa virando el arte de pesca y el patrón estaba en la cabina dirigiendo la maniobra con el motor en marcha y el sistema de gobierno en modo manual, cuando un golpe de mar arrastró la embarcación contra las rocas. Como consecuencia del impacto se produjo una importante vía de agua en la amura de babor.
El patrón puso en funcionamiento las bombas de achique, una principal que iba acoplada al motor propulsor y otra portátil de accionamiento eléctrico, y sacó la embarcación de las rocas dando máquina atrás, pero seguidamente ésta comenzó a aproar y a escorar a babor por efecto del agua embarcada.
A las 10:15 horas, el patrón pidió socorro, llamando por el equipo de VHF, al Centro de Control de Salvamento de Finisterre y a los pesqueros que estaban en la zona, siendo movilizados la embarcación de salvamento Salvamar Regulus y el helicóptero de salvamento (H/S) HELIMER 210 de Salvamento Marítimo. Cuando la inundación del espacio de máquinas provocó la parada del motor propulsor, el patrón ordenó abandonar la embarcación.
Según declararon los tripulantes, no tuvieron tiempo de destrincar la balsa salvavidas y solo un marinero se puso el chaleco salvavidas antes de saltar al agua. Ya en el agua, se sujetaron a las boyas del aparejo de pesca para mantenerse a flote. El pesquero se hundió pocos minutos después en una posición 42º 36,249’ N, 009º 04,627’ W a 23 m de profundidad. El dispositivo de zafa hidrostática liberó la radiobaliza y ésta comenzó a emitir la señal de socorro.
El pesquero Halcón dos, que se encontraba en las inmediaciones, acudió a la llamada de socorro y rescató a los tres tripulantes. A las 10:45 horas, llegó al lugar del accidente la Salvamar Regulus que, tras recuperar la radiobaliza, escoltó al pesquero hasta el puerto de Porto do Son. No se transbordó a los náufragos del pesquero a la embarcación de salvamento por deseo de éstos y porque las condiciones marítimas lo desaconsejaban. A la llegada a puerto, los tres marineros requirieron asistencia sanitaria y uno de ellos fue hospitalizado con síntomas de hipotermia.
Pesquero Nuevo Sideral
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La embarcación Nuevo Sideral era un pesquero con bandera de España y base en el puerto de Porto do Son (A Coruña). Fue construida en madera en el año 1998. Tenía una eslora total de 13 m, una manga de 4 m, un puntal de 1,6 m y un arqueo bruto (GT) de 13,86. Estaba propulsada por un motor diesel de 22,06 kW. En el momento del accidente, el pesquero tenía caducados los Certificados de Seguridad Radioeléctrica y de Navegabilidad para embarcaciones menores de 24 m de eslora, pero estaba tramitándose la expedición del Certificado de Conformidad y del Documento de Información Técnica que los sustituye. El despacho estaba en vigor y disponía de una licencia para pescar en el Caladero Nacional Cantábrico NW con artes menores.
Detalle del lugar del accidente
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Desde su puesta en servicio, el pesquero era propiedad del mismo empresario individual, quien además era el patrón del pesquero.
La tripulación estaba compuesta por tres miembros: un patrón y dos marineros. Todos ellos contaban con las titulaciones profesionales y los certificados de especialidad necesarios para el desempeño de sus funciones. El patrón también realizaba las funciones de mecánico ya que contaba con el título de Patrón Costero Polivalente.
En la zona del accidente soplaba viento de componente S con fuerza 4 a 5 en la escala Beaufort (entre 11 y 21 nudos) y la visibilidad era buena. Había marejada y mar de fondo del WNW con alturas de ola significativa que en el exterior de la ría oscilaron entre 2.5 m y 3.0 m.
La tripulación la formaban tres miembros |
Según declararon los tripulantes del pesquero, en ocasiones anteriores ya habían faenado en la zona y eran conscientes de que había bajos. A pesar de ello, el patrón decidió calar el palangre confiando en su capacidad de reacción y en la maniobrabilidad de la embarcación. Había mar de fondo y la marea llevaba 3,5 horas bajando, desde la pleamar. En el estudio realizado por el CEDEX consta que las condiciones meteorológicas y marítimas en el lugar del embarrancamiento, con una profundidad media de 5 m, se caracterizaron por una altura significativa del oleaje compuesto inferior a 2,5 m, asociada fundamentalmente a un mar de fondo, y una velocidad media del viento inferior a 21 nudos. Dichas condiciones se pueden considerar de escasa severidad para la costa gallega, aunque sí son de cierta dureza para este tipo de embarcaciones. No obstante, la presencia de bajos en la zona y la marea bajando favorecen la rotura de las olas de mayor altura y potencian el efecto de succión que experimenta una embarcación en fondos de escasa profundidad.
Por último, cabe hacer mención al hecho de que los dos marineros no utilizaran los chalecos salvavidas de trabajo que llevaba el pesquero pese a que el empeoramiento de las condiciones meteorológicas y marítimas así lo aconsejaba. Estos chalecos están diseñados para una utilización permanente por todos los tripulantes de buques y embarcaciones pesqueras cuyas faenas habituales se realicen en cubierta. Además, cuentan con una radiobaliza con alarma de “hombre al agua” que forma un conjunto en el que automática y simultáneamente se infla el chaleco y se activa la radiobaliza.
El Nuevo Sideral disponía de licencia para pescar con artes menores |
A la vista de lo anteriormente expuesto, se puede concluir que el accidente se produjo como consecuencia de un error del patrón del pesquero al no valorar convenientemente el efecto que los factores ambientales (oleaje, viento y estado de la marea) podrían tener sobre las condiciones de maniobrabilidad de la embarcación al faenar en una zona de fondo rocoso y poca profundidad.
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