La toxina reaparece en la ría de Pontevedra

Decían a principios de semana algunos bateeiros de Bueu con muchos años de experiencia que esta semana era clave para saber si el sector podría trabajar con tranquilidad de cara a la campaña navideña. "Si aguantamos estos días sin que entre la toxina lo más probable es que los polígonos no cierren hasta después de Navidad", comentaban. Pero al final la tozuda realidad se ha impuesto, aunque no sin cierto retraso. Las analíticas realizadas el lunes ya detectaron un aumento en el agua de toxina DSP o diarreica, un incremento mucho más pronunciado el jueves y que ayer obligó a cerrar los tres polígonos bateeiros de Bueu, que suman alrededor de 130 viveros flotantes.

"Este año la primavera y el verano llegaron un poco tarde y parece que la toxina también, porque en verano tardamos en abrir y este cierre debería haber llegado en septiembre", explican bateeiros del puerto buenense. Esa apertura que suele llegar en las fechas centrales del estío en esta ocasión no se registró hasta el 10 y 12 de septiembre en el caso de Bueu, por lo que las más de 100 bateas que hay entre Agrelo y Lapamán y las aproximdamente 25 de Beluso no han estado siquiera un mes abiertas. "No es habitual que llegue a estas alturas y lo normal sería que ahora estuviésemos preparándonos para empezar a abrir a finales de mes o principios de noviembre", apuntan bateeiros buenenses.

La llegada de este nuevo episodio de marea roja se podría relacionar con el cambio meteorológico de la última semana y media, con la entrada de lluvias y vientos de componente sur, que son los que arrastran la toxina al interior de la rías. La esperanza de los bateeiros es que se retire antes del inicio de la campaña de Navidad, el momento en el que se pueden concentrar hasta la mitad de las ventas del sector. Una esperanza que no esconde algunos nubarrones. "El temor es que como este año se retrasó la primavera y el verano eso signifique también un retraso en la desaparición de esta episodio de toxina", dicen las fuentes consultadas. Todo ello sin olvidarse de que en estos meses también se puede dejar sentir la presencia de la toxina PSP o paralizante.

Los tres polígonos mejilloneros de Bueu son, junto a los de la ría de Ares-Betanzos, los primeros en sentir los efectos de esta nueva marea roja. La experiencia de todos los años precedentes avanza que en los próximos días sería normal que hubiese nuevos cierres en la ría de Pontevedra, afectando a Combarro y Aldán.