La almeja asiática en el estuario del Miño ha llegado a los 3.000 ejemplares por metro cuadrado, según los datos manejados por Noé Ferreira, investigador de la Universidad de Vigo, que lleva a cabo una tesis doctoral, bajo la dirección de Isabel Pardo, sobre la invasión de esta especie introducida en el año 1989. Hasta el momento han realizado 43 muestreos, un total de 76 incluyendo otros estuarios de la comunidad gallega. Busca medidas de control de este bivalvo.
Se sabía que la almeja asiática estaba en el estuario del Miño desde al menos 1989. Un estudio que realiza el investigador de la Universidad de Vigo Noé Ferreira trata de descubrir cómo controlar la especie después de saberse que su colonización alcanza los tres mil individuos por metro cuadrado en la frontera entre Galicia y Portugal.
La especie, conocida como Corbicula fluminea, es objeto de una tesis doctoral que lleva a cabo este investigador bajo la dirección de Isabel Pardo, desde diciembre de 2013 con el objetivo de encontrar las medidas de control necesarias de esta nueva especie invasora.
Los últimos datos recogidos establecen la existencia de unos 3.000 individuos por metro cuadrado por lo que el proyecto que lleva a cabo Ferreira busca estudiar la evolución de la especie desde los últimos trabajos realizados en 2004: cómo su existencia puede afectar a la especie autóctona y qué medidas de control se pueden tomar.
El hecho de que se contabilicen 3.000 almejas asiáticas en un metro cuadrado puede hacer que estas compitan con las autóctonas por alimento e incluso desplazarlas por la falta de espacio.
Dentro de las áreas de trabajo llevarán a cabo un estudio sobre la posibilidad de que esta nueva especie sirva de alimento de ciertos peces, por lo que sería un buen método de control de existencia de la misma, indica el investigador.
Desde el inicio del estudio se han hecho un total de 43 muestreos en el estuario del Miño, 76 en la totalidad de Galicia, y es que la almeja asiática ha llegado también los ríos Ulla y Mero. Al Ulla se cree que pudo llegar por la extracción de áridos para llevar arena del Miño a otras playas para su regeneración. La situación de la nueva especie en este río es de continua expansión.
La almeja asiática se introdujo en California en los años veinte, cuando se produjo una ola de emigración proveniente de China. Del continente americano se cree que pudo llegar a Europa a través de rutas comerciales. A España llega alrededor de los años ochenta al río Tajo y de ahí al estuario del Miño a través de la pesca, ya que la especie es utilizada también como cebo, práctica habitual en el Tajo. En opinión de Noé Ferreira, "también pudo llegar en embarcaciones ya que en el proceso de cambio de larva a adulto, segregan una mucosidad que es fácilmente adherible en los cascos de los barcos".
La tesis la lleva a cabo gracias a una beca de la Xunta de Galicia y con fondos del laboratorio de la Universidad de Vigo. Ferreira y su equipo reciben también apoyo logístico y humano de la Asociación Naturalista Baixo Miño y colaboran con un grupo de investigadores de Berlín que se centran en el estudio de los ecosistemas de los ríos.
El equipo de trabajo tiene en mente el desplazamiento a California, una vez hayan concluido sus estudios, para conocer los sistemas de control de la almeja asiática que allí ya utilizan y barajar la posibilidad de aplicarlos en el estuario del Miño.
Investigadores portugueses sopesaron el hecho de comercializar esta almeja como método de control, lo que se considera delicado ya que al ser una actividad económica se llenarían conscientemente todos los estuarios de esta especie para su explotación. Particulares pescan este bivalvo para consumo propio, sobre el que expertos alertan del peligro, ya que está sin depurar y puede ser tóxico.
Fuente: Faro de Vigo
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