Un nuevo vertido en el río Barbaña, localizado junto a la depuradora de San Cibrao, ha puesto una vez más el foco de atención en la contaminación que periódicamente afecta a este caudal. Esta vez fueron decenas de alevines de boga los que aparecieron muertos, aunque en la tarde de ayer el aspecto del río era satisfactorio e incluso podían verse bancos de peces y alevines.
Sin embargo, ante la situación vivida en las jornadas pasadas, el alcalde de la localidad, Manuel Pedro Fernández, ha advertido de que la depuradora "no tiene capacidad suficiente para tratar ciertas sustancias" de procedencia industrial "que ya no podrían verterse a las aguas". Indica que la instalación "sí que dan abasto, pero no para tratar algo que ya no se debe verter".
Esta Estación Depuradora debe tratar el agua de tres polígonos industriales, el de San Cibrao, el de Pereiro y el Polígono Barreiros, así como las aguas residuales urbanas.
Califica como "atentado de alguna empresa" la contaminación que frecuentemente afecta a la fauna del Barbaña. De hecho, estos episodios, en mayor o menor magnitud, se repiten periódicamente y es habitual que en verano repunte este problema al tratarse de una época con menor caudal de agua.
Ante la acusación de "pasividad" lanzada por los socialistas y colectivos medioambientales como Ríos Limpos, el regidor asegura que "no hay nada de dejadez, hay tres personas diarias sacando muestras de todas las empresas al azar, pero no podemos poner un guardia jurado durante las 24 horas del día, todos los días de la semana en cada una de las empresas". Apela pues, a la concienciación de las empresas y al cumplimiento de la ley. Insiste además en que "es muy fácil pedir que se tomen las medidas oportunas, pero ¿cuáles son esas medidas?".
Sin embargo, estas explicaciones no satisfacen ni a los socialistas ni a la asociación Ríos Limpos. Uno de los portavoz de los ecologistas, Juan Cid, calificó de "insensatas y temerarias" a diferentes instituciones y autoridades, a las que responsabilizan, en buena medida, de esta recurrente situación. Incluye a "alcaldes, Confederación Hidrográfica Miño-Sil, el Servicio de Aguas de la Diputación e incluso a la Fiscalía".
Los ecologistas pretende, frente a este último vertido "del que nos avisó un vecino", presentar la "denuncia pertinente". Trabajan también en preparar una movilización "a finales de septiembre".
Durante jueves y viernes, efectivos del Seprona y la Confederación Hidrográficas recogieron muestras del agua para su análisis. Los primeros resultados llegarán a mediados de la semana que empieza mañana y responderán a aquellos parámetros que reacción más rápidamente, como es, por ejemplo, el caso del pH.
Se cumplen ya cinco años de una de las mayores agresiones que sufrió el río Barbaña. Entre los días 24 de junio y 11 de julio de 2009 más 17.000 peces murieron a causa de la contaminación, concretamente 13.000 bermejuelas, 3.100 gobios, 800 bogas y 80 espinos.
El vertido fue muy ácido al arrastrar grandes cantidades de amonio, cloruro y metales pesados, que provocó que el pH del agua bajase más de cuatro puntos.
Por aquel entonces, el que era presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, explicaba que la vida del río quedó "completamente destruida" ya que acabó con "la práctica totalidad de la fauna piscícola".
A día de hoy desde asociaciones como Ríos Limpios se muestran indignados porque, después de aquello, los vertidos se hayan sucedido, con diferentes grados de daño, pero de manera persistente. "Parece que no somos capaces de llegar al alma de la gente, si las especies del Barbaña gritasen un solo día por las agresiones que sufren ensordecerían a la población Ourensana", sentencia Juan Cid, portavoz de la asociación.
La actuación pretende conseguirá eliminar los vertidos que, llegan al río Barbaña y a los arroyos cercanos debido también explicaron en la firma del convenio, "al exceso de caudales que tiene que soportar la actual red de saneamiento, que provoca que el agua llegue a rebosar en algunos puntos de su recorrido". Se corregirán además deficiencias en la Estación Depuradora.
Entre otras cuestiones, se instalará un caudalímetro para la medición y el tratamiento de los caudales de entrada a la estación, se sustituirá la reja de desbaste de gruesos y se incorporará un segundo tamiz rotativo de desbaste fino.
En octubre de 2013 el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, y el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño- Sil, Francisco Marín, firmaron con el alcalde de San Cibrao das Viñas un convenio para mejorar el saneamiento del ayuntamiento. Se prevé que las nuevas instalaciones de "tecnología más puntera" estén terminadas en 2015 con una inversión de más de dos millones de euros.
Fuente: Faro de Vigo
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