Alrededor de 7.000 euros al día. Es lo que cuesta alquilar
un equipo de submarinistas para rastrear el fondo del río Lérez y retirar la
basura que a lo largo de los años se ha acumulado en el cauce. Por eso, solo
serán tres días de trabajo, pero se confía en que permitan eliminar vallas,
neumáticos, ramas y troncos sumergidos y otros muchos elementos que se en las
aguas del tramo urbano del río, tanto por las acciones vandálicas como por los
arrastres de las crecidas. Esta labor se llevará a cabo la próxima semana, los
días 5, 6 y 7 de agosto, fechas elegidas en una reciente reunión entre la
empresa de submarinistas contratada por el Concello y las adjudicatarias de
agua y basuras, que colaborarán en el operativo.
Esta limpieza se llevará a cabo entre el puente del
ferrocarril, al lado de la playa fluvial, y el de A Barca, y también está
previsto intervenir en el río Rons. Los técnicos municipales ya han realizado
en las últimas semanas un rastreo del río, desde la superficie, para localizar
el mayor número de elementos posibles, con el fin de agilizar los trabajos de
retirada. Sin embargo, es más que probable que exista mucha basura oculta por
el lodo del fondo del Lérez que se ve desde la superficie y esa será una de las
tareas más arduas de los submarinistas.
En principio estaba previsto desarrollar estos trabajos a
finales de julio, pero se optó por su traslado a la primera semana de agosto
después de estudiar las mareas, que influyen en el río hasta los Salones de
Monte Porreiro. Los técnicos concluyeron que en esos días son las más propicios
para los trabajos previstos, sí bien aún falta fijar las horas exactas en las
que los submarinistas supervisarán los fondos del Lérez.
Este tipo de limpieza, que no es en absoluto el dragado que
se reclama desde hace años, no se efectúa desde hace una década, ya que la
última vez que unos buzos retiraron basura del río fue en 2005. De hecho, al
año siguiente, en 2006, se produjeron unas graves crecidas y riadas que volvieron
a cargar el cauce de material de arrastre, una situación que se agravó aún más
entre diciembre de 2013 y febrero de este año, cuando volvieron a registrarse
inundaciones y daños en todo el municipio que el Concello llegó a cifrar en
unos 5 millones de euros solo en bienes públicos. A raíz de esas riadas, la
acumulación de materiales se multiplicó, agravado por la gran presencia de
lodos y la sedimentación de los arrastres.
Con estos trabajos se pretende paliar en parte ese mal
estado y forman parte, según el Concello, son una de las primeras actuaciones
recogidas en el Observatorio de la Calidad Urbana presentada hace un año por el
gobierno local, y cuyo objetivo es conseguir la mayor cantidad de información
sobre la situación de la calidad urbana y su evolución.
Fuente: Faro de vigo
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