lunes, 18 de agosto de 2014
La pesca furtiva de centollo continúa a pesar de la amenaza que supone para la especie
El centollo gallego está en veda. Esto quiere decir que no puede aparecer a la venta en ninguna lonja, pero tampoco en las pescaderías, supermercados ni restaurantes. Y sin embargo es posible adquirir tan preciado crustáceo en ciertos puertos e incluso degustarlo en diferentes restaurantes, lógicamente de una manera irregular y fraudulenta que constituye un claro riesgo para la especie y el sector pesquero que habitualmente se ocupa de este recurso.
Lamentablemente, como ya se ha constatado otros veranos, en la actualidad la pesca ilegal continúa, tanto a manos de ciertos pescadores "profesionales" que quieren hacer su agosto particular, como por parte de algunos submarinistas "deportivos" que, en realidad, deben ser considerados furtivos.
Lo que hacen es pescar centollo de forma irregular y venderlo directamente al comprador que espera en el puerto -o tranquilamente en casa-; al igual que se comercializa el producto a través de restaurantes y marisquerías ya habituados a negociar con lis furtivos.
Evidentemente tanto el cliente de esos establecimientos de hostelería como sus propietarios se convierten en colaboradores e incluso instigadores de los furtivos cuando en esta época del año acceden a saborear o cocinar centollo en veda.
Por eso deben tener bien claro que el centollo gallego está en veda, y los clientes de los restaurantes deben saber también que hay ocasiones en las cuales les ofrecen el producto de las rías y en cambio les colocan en la mesa el foráneo, a veces incluso al mismo precio a pesar de que el llegado de fuera no tiene el mismo sabor y, en consecuencia, debe ser más barato.
Y tampoco está de más recordar, tanto a los que venden como a quienes compran centollo u otras especies en veda, que su comercialización está siendo vigilada y perseguida por Gardacostas de Galicia, Policía Autonómica, los vigilantes de las cofradías de pescadores y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
Desde la Consellería do Medio Rural e do Mar insisten una y otra vez en pedir la colaboración tanto del sector profesional como de los restauradores y del consumidor en general.
Se trata de evitar el consumo de productos que no sean comercializados por los cauces reglamentarios. Solo de este modo, recurriendo siempre a los puntos de venta autorizados y respetando las vedas se pueden preservar los recursos naturales y garantizar tanto la pervivencia de especies como el centollo como los ingresos económicos futuros de la flota. Asimismo, recurrir solo a los canales de distribución y comercialización autorizados puede evitar problemas de salud pública, como puede suceder en caso de episodios tóxicos cuando algunos desaprensivos de dedican a enviar al mercado producto contaminado, lógicamente de manera ilegal.
El centollo gallego no solo está sabroso -sobre todo cocido al natural-, sino que además dispone de un alto contenido en grasas mono y poliinsaturadas, que son beneficiosas para reducir los niveles de colesterol total y de triglicéridos en sangre. Igualmente, reduce el riesgo de producción de trombos y coágulos y a porta proteínas y vitaminas del grupo B. Es decir, que este crustáceo, además de sabroso, lo tiene casi todo. Pero a estas alturas del año está en veda, y hay otros muchos productos entre los que elegir. La nécora, el percebe, el camarón e incluso el cangrejo real son solo algunas alternativas.
Fuente: Faro de Vigo
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