La patrullera gala Thémis, de vigilancia pesquera, abordó a finales de la semana pasada al palangrero con base en Burela Breogán Uno cuando se encontraba trabajando a unas 90 millas al sur de la punta del Raz, en Bretaña.
Durante la operación de control, los agentes de inspección sospecharon que las toneladas que la embarcación llevaba en las bodegas no se correspondía con las cantidades que había anotadas. Los funcionarios franceses tomaron entonces la decisión de enviar el pesquero a puerto para constatar las sospechas que tenían. Así, el palangrero arribó a Douarnenez a primera hora de la tarde del lunes, y el martes, la tripulación, compuesta por 16 marineros gallegos e indonesios, descargó las capturas bajo la supervisión de los agentes de control.
Tras el recuento, los funcionarios dieron por acreditado que, mientras que en el diario de pesca había anotadas unas doce toneladas de pescado, principalmente de merluza, en las bodegas había como unas cuatro toneladas más de las que no había constancia documental.
Las autoridades francesas impusieron una fianza de 20.000 euros al armador del Breogán Uno para que el pesquero pudiese abandonar el puerto bretón y seguir faenando.
Francia no decomisó las capturas y permitió al armador que las subastase. Las dieciséis toneladas de pescado fueron vendidas el pasado jueves en la lonja de Burela, adonde llegaron en camiones frigoríficos.
El Breogán Uno podría ser una de las primeras víctimas en Francia del sistema de penalización por puntos, que está vigente desde el pasado día 1 de enero en las aguas comunitarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario