Un pescador echa su caña en el pozo de Rozaones, uno de los lances salmoneros más emblemáticos del río Sella, ubicado en la zona libre |
Máxima expectación en torno a los cursos fluviales. Asturias vivió hoy la apertura de la temporada salmonera 2012 .Tras dos años de políticas restrictivas, en las que incluso se redujo a un mes y medio la pesca con muerte, la nueva normativa aprobada por el Gobierno de Foro Asturias da luz verde a la captura de salmones ya desde el primer día. De esta forma, el ansiado campanu de Asturias podría llegar en la jornada de apertura, lo que permitiría su subasta en la feria de Cornellana. El único requisito es que la suerte sonría a alguno de los miles de pescadores que lo van a intentar. No será fácil. Hasta el próximo 31 de marzo no podrán emplear el cebo natural, que proporciona el 80% de las capturas, y tendrán que limitarse a usar la cucharilla, el devón o la mosca artificial.
"Esta normativa nace de la convicción profunda de la actual administración regional de que los problemas de las poblaciones de salmones en los ríos asturianos no son responsabilidad de los pescadores de caña, ya que se trata de una pesca artesanal y selectiva por naturaleza". Esa es la tesis que se defiende desde la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos que preside Albano Longo, cuya política piscícola supone un vuelco total a lo realizado en las dos últimas. El Gobierno de Cascos ha eliminado los cotos parciales, creados en 2010 en mitad de una gran polémica con algunas sociedades de pescadores. Además de facilitar el acceso a los pozos salmoneros durante más días a lo largo de la temporada, Foro ha ampliado el cupo de capturas. De los 3 salmones por pescador y temporada de las temporadas 2010 y 2011, se pasa a 2 capturas semanales, lo que en el mejor de los casos abre las puertas a que un solo deportista, con mucha suerte, eso sí, pueda cerrar la temporada con 38 salmones.
¿Se ha pasado de un extremo a otro? ¿En qué medida estos bandazos del Principado de Asturias pueden hacer mella en las poblaciones de los salmones atlánticos más meridionales elide toda Europa?
Encontrar una respuesta unánime a estas preguntas no resulta fácil. Mientras que algunos colectivos de pescadores muy críticos con los anteriores responsables políticos han aplaudido los cambios del Gobierno Cascos, otros no han dejado de criticar una normativa 2012 que consideran perjudicial para el futuro de una especie como el salmón.
"La especie no está para lanzar las campanas al vuelo. Son muchos días de pesca y esta normativa es muy lesiva para el salmón", asegura el biólogo Javier Gil, presidente de la asociación de pescadores del Cares y del Deva, quien no comprende un giro tan radical en materia camfluvial. "No es lógico que el año pasado apenas se pudiera pescar y ahora pueda pescarse todo", afirma Gil. Encontrar una solución no le resulta sencillo, pero reconoce que en los últimos años a los aficionados "se les ponían las cosas difíciles" a la hora de capturar salmones.
"Sacar más salmones será peor", apunta el catedrático de Zoología de la Universidad de Oviedo, Florentino Braña Vigil. En su opinión, el mayor problema es que la presión de pesca --que suma las licencias, los días de pesca y los cupos-- se fija antes de conocer cuántos salmones reproductores entran en los ríos. "Cuando se establece la normativa no se tiene ni idea de eso. Habría que pescar sabiendo lo que hay y no es así en estos momentos". Una cuestión fundamental para este biólogo sería disponer de esos datos. Una vez que se conozca la cifra de salmones reproductores, "hay que decidir qué número debe quedar en el río y pescar el excedente".
Conclusión: para Florentino Braña la extracción, es decir el número de capturas salmoneras tiene que ajustarse "a lo que hay en los ríos". En cuanto a cómo podría hacerse esto, Braña asegura que lo ideal sería partir de unos mínimos: "Podría empezarse la temporada con un nivel bajo de capturas y luego si hay entrada, ir abriendo la horquilla".
A la pregunta de si el salmón es una especie en peligro de extinción, este biólogo contesta que "no en su conjunto". Braña subraya que en el Atlántico Norte y en otras latitudes "hay poblaciones importantes; pero aquí estamos en el límite meridional de la especie y las poblaciones están en una situación muy frágil".
Ante esta situación otro biólogo, Alfredo González Nicieza, considera que debería establecerse "una veda total en alguna cuenca durante algunos años para ver el resultado". Profesor de la Universidad de Oviedo, González Nicieza tiene claro que la anterior normativa de pesca, "no siendo excesivamente garantista, era mejor que la de esta temporada". Y añade que levantar las restricciones implicará "una mayor mortalidad de adultos reproductores", lo que podría derivar en un efecto negativo sobre el futuro de la especie.
Y todo ello a pesar de los datos de 2010, cuando en los ríos asturianos no se capturaron más que 248 salmones. A juicio de David Álvarez, profesor de Ecología de la Universidad de Oviedo, ese cifra dejaba en evidencia que el salmón ha totocado fondo en Asturias. Álvarez lamenta que "en vez de verle las orejas al lobo", tras las restricciones de los dos últimos años, los actuales responsables políticos hayan adoptado una normativa que "va en contra" de una especie como el salmón y que, "de no remediarlo, lo condenará a la extinción".
Álvarez tiene claro que la pesca con caña no es la causa fundamental del declive del salmón en los ríos asturianos. Pero, tras advertir de graves problemas para la especie como la pesca en alta mar, los obstáculos "insalvables" y la contaminación que afecta a no pocos cursos fluviales, este biólogo insiste en que la pesca deportiva "es un factor más de presión sobre la especie, y muy importante, ya que se está capturando a los adultos cuando van a desovar". Por este motivo defiende la necesidad de plantearse "seriamente la posibilidad de vedar la especie a todo tipo de pesca".
"El salmón no va a desaparecer tan fácil, además el pescador de caña nunca acabará con la especie". Esa es la opinión de Ramón Rico, presidente de la sociedad de pescadores la Socala. Junto al Esmerillón este colectivo ha sido de los que ha dado su apoyo a los cambios introducidos en la normativa por el Gobierno de Foro Asturias.
Para Rico los problemas están lejos de Asturias. "Están en el mar y en la pesca industrial del salmón", explica el presidente de La Socala, que alude a los ciclos del salmón para explicar los malos datos de 2009 y 2010. "Hace dos años se pescaron muy pocos salmones, pero sin embargo en agosto y septiembre entraron muchos y eso tampoco es normal". Y advirtió de un nuevo ciclo negativo hacia 2015. "Dentro de tres años no habrá salmones. Las riadas de febrero arrastraron todas las huevas, eso supuso perder el 80% del desove natural. Y sin alevines, no hay salmones".
El cabraliego Fernando Pidal, ribereño del Cares, alude también a los ciclos del salmón y huye del pesimismo de los científicos. "La especie no peligra en absoluto. Lo importante es que haya buenos desoves. Lo que pasa es que sólo se preocupan de los pescadores y no la pesca en alta mar o la contaminación. Muchos afluentes del Cares están en malas condiciones", advierte Pidal, quien apoya la nueva normativa porque "tiene más sentido".
"Es mejor abrir la campaña en marzo que hacerlo en mayo como el año pasado y matar todos los salmones en dos días", afirma el pescador cabraliego. Pidal destaca que los cambios en la reglamentación permitirán a los pescadores ir "más días" al río. Apoyo también el nuevo cupo y no cree que ello vaya a suponer más capturas. "Los ríos darán los mismos salmones, solo que más repartidos. El año pasado el Sella dio 30 salmones el día de la apertura. Y eso no es normal tampoco", sentencia Pidal.
"La normativa cambió a nuestro favor, esto está claro". Esa es la opinión del cangués José Manuel Mori Cuesta, el Marqués, uno de los pescadores más afamados de Asturias y que apoya medidas como la eliminación de los cotos parciales o la ampliación del cupo de capturas. Respecto al incremento del período de pesca con muerte, Mori advierte que en estos primeros quince días de temporada no se podrá utilizar el cebo natural. "Con este arte salen la mayoría de los salmones. A mosca natural y cucharilla se pescan muy pocos", añade el Marqués, frente a quienes temen que esta medida dispare las capturas.
Otros pescadores no lo ven de la misma manera. Román Herrero, presidente de la asociación Fuentes del Narcea: "Esta normativa no está avalada por informes técnicos y no puede ser que se cambie todos los años por calentones o intereses. Lamentablemente la pesca se ha politizado". Este pescador considera que la situación de la especie obliga a "reflexionar" y a buscar una gestión diferente. "Pensar que hay abundancia de salmones en Asturias es como hacerte trampas en solitario", asegura el presidente de Fuentes del Narcea. Y por eso demanda un cambio de mentalidad. "La pesca hoy en día no deja de ser un deporte. Y eso hay que entenderlo. Tenemos que pensar y concebir otra forma de pescar", afirma Román Herrero. Advierte que lo primero pasa por entender que el salmón es un bien que tenemos que cuidar y si pescamos todo lo que entra en el río, "flaco favor le hacemos". El presidente de la asociación Fuentes del Narcea reconoce abiertamente que los pescadores "no somos generosos".
También critica a la Administración regional. Con la población actual de salmones, "esta permisividad es temeraria". Y más allá de que se haya ampliado el cupo de capturas, defiende que haya más cotos, zonas que " son para proteger al salmón". Tras recordar que en los dos últimos años se habían creado los cotos parciales, ahora eliminados, Herrero denuncia que en ríos como el Narcea, el Sella o el Cares, los mejores lances salmoneros se producen "en zonas libres".
A la hora de aportar soluciones, el presidente de Fuentes del Narcea apuesta por medidas intermedias. La primera, una zonificación "que quite presión" a los salmones aunque luego se den facilidades a los pescadores para ir al río. Herrero también critica que los contadores instalados hace años en algunos ríos salmoneros no funcionen. "Eso no puede ser. Lo que nos indica si hay o no salmones es el desove", comenta en alusión a unos dispositivos que registran el paso de los salmones hacia las zonas de puesta.
"El salmón lo que necesita es que lo apoyen y los que tenemos que hacer los pescadores es apretarnos el cinturón", sentencia Delfín Puente, presidente de la Real Sociedad Asturiana de Pesca, el colectivo que con mayor firmeza ha criticado la nueva legislación. "Respetamos la acción de Gobierno y la acatamos, pero desde luego no estamos contentos", asegura Puente. El máximo responsable de la Asturiana añade que los cambios introducidos sólo han servido "para contentar a unos pocos pescadores".
Al mismo tiempo, subraya Puente "le han dado una coz a la estrategia de conservación del salmón que se había iniciado en Asturias de forma tímida en los últimos años". Ante el panorama actual, el presidente de la Asturiana considera que cuantos más salmones se pesquen, "menos posibilidades de supervivencia tendrá". Además de lamentar la ampliación del cupo de capturas, Puente censura la eliminación de los cotos parciales "cuando era una forma de racionalizar el acceso al recurso". Y tras negar que se le encasille como un defensor de la pesca sin muerte, Delfín Puente explicó que "disfrutar de la pesca no significa sacrificar salmones" Lo tiene muy claro: Soy un defensor del recurso y quiero que siga habiéndolo. Y predico con el ejemplo. Si pesco algo, lo suelto".
"Esta normativa nace de la convicción profunda de la actual administración regional de que los problemas de las poblaciones de salmones en los ríos asturianos no son responsabilidad de los pescadores de caña, ya que se trata de una pesca artesanal y selectiva por naturaleza". Esa es la tesis que se defiende desde la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos que preside Albano Longo, cuya política piscícola supone un vuelco total a lo realizado en las dos últimas. El Gobierno de Cascos ha eliminado los cotos parciales, creados en 2010 en mitad de una gran polémica con algunas sociedades de pescadores. Además de facilitar el acceso a los pozos salmoneros durante más días a lo largo de la temporada, Foro ha ampliado el cupo de capturas. De los 3 salmones por pescador y temporada de las temporadas 2010 y 2011, se pasa a 2 capturas semanales, lo que en el mejor de los casos abre las puertas a que un solo deportista, con mucha suerte, eso sí, pueda cerrar la temporada con 38 salmones.
¿Se ha pasado de un extremo a otro? ¿En qué medida estos bandazos del Principado de Asturias pueden hacer mella en las poblaciones de los salmones atlánticos más meridionales elide toda Europa?
Encontrar una respuesta unánime a estas preguntas no resulta fácil. Mientras que algunos colectivos de pescadores muy críticos con los anteriores responsables políticos han aplaudido los cambios del Gobierno Cascos, otros no han dejado de criticar una normativa 2012 que consideran perjudicial para el futuro de una especie como el salmón.
"La especie no está para lanzar las campanas al vuelo. Son muchos días de pesca y esta normativa es muy lesiva para el salmón", asegura el biólogo Javier Gil, presidente de la asociación de pescadores del Cares y del Deva, quien no comprende un giro tan radical en materia camfluvial. "No es lógico que el año pasado apenas se pudiera pescar y ahora pueda pescarse todo", afirma Gil. Encontrar una solución no le resulta sencillo, pero reconoce que en los últimos años a los aficionados "se les ponían las cosas difíciles" a la hora de capturar salmones.
"Sacar más salmones será peor", apunta el catedrático de Zoología de la Universidad de Oviedo, Florentino Braña Vigil. En su opinión, el mayor problema es que la presión de pesca --que suma las licencias, los días de pesca y los cupos-- se fija antes de conocer cuántos salmones reproductores entran en los ríos. "Cuando se establece la normativa no se tiene ni idea de eso. Habría que pescar sabiendo lo que hay y no es así en estos momentos". Una cuestión fundamental para este biólogo sería disponer de esos datos. Una vez que se conozca la cifra de salmones reproductores, "hay que decidir qué número debe quedar en el río y pescar el excedente".
Conclusión: para Florentino Braña la extracción, es decir el número de capturas salmoneras tiene que ajustarse "a lo que hay en los ríos". En cuanto a cómo podría hacerse esto, Braña asegura que lo ideal sería partir de unos mínimos: "Podría empezarse la temporada con un nivel bajo de capturas y luego si hay entrada, ir abriendo la horquilla".
A la pregunta de si el salmón es una especie en peligro de extinción, este biólogo contesta que "no en su conjunto". Braña subraya que en el Atlántico Norte y en otras latitudes "hay poblaciones importantes; pero aquí estamos en el límite meridional de la especie y las poblaciones están en una situación muy frágil".
Ante esta situación otro biólogo, Alfredo González Nicieza, considera que debería establecerse "una veda total en alguna cuenca durante algunos años para ver el resultado". Profesor de la Universidad de Oviedo, González Nicieza tiene claro que la anterior normativa de pesca, "no siendo excesivamente garantista, era mejor que la de esta temporada". Y añade que levantar las restricciones implicará "una mayor mortalidad de adultos reproductores", lo que podría derivar en un efecto negativo sobre el futuro de la especie.
Y todo ello a pesar de los datos de 2010, cuando en los ríos asturianos no se capturaron más que 248 salmones. A juicio de David Álvarez, profesor de Ecología de la Universidad de Oviedo, ese cifra dejaba en evidencia que el salmón ha totocado fondo en Asturias. Álvarez lamenta que "en vez de verle las orejas al lobo", tras las restricciones de los dos últimos años, los actuales responsables políticos hayan adoptado una normativa que "va en contra" de una especie como el salmón y que, "de no remediarlo, lo condenará a la extinción".
Álvarez tiene claro que la pesca con caña no es la causa fundamental del declive del salmón en los ríos asturianos. Pero, tras advertir de graves problemas para la especie como la pesca en alta mar, los obstáculos "insalvables" y la contaminación que afecta a no pocos cursos fluviales, este biólogo insiste en que la pesca deportiva "es un factor más de presión sobre la especie, y muy importante, ya que se está capturando a los adultos cuando van a desovar". Por este motivo defiende la necesidad de plantearse "seriamente la posibilidad de vedar la especie a todo tipo de pesca".
"El salmón no va a desaparecer tan fácil, además el pescador de caña nunca acabará con la especie". Esa es la opinión de Ramón Rico, presidente de la sociedad de pescadores la Socala. Junto al Esmerillón este colectivo ha sido de los que ha dado su apoyo a los cambios introducidos en la normativa por el Gobierno de Foro Asturias.
Para Rico los problemas están lejos de Asturias. "Están en el mar y en la pesca industrial del salmón", explica el presidente de La Socala, que alude a los ciclos del salmón para explicar los malos datos de 2009 y 2010. "Hace dos años se pescaron muy pocos salmones, pero sin embargo en agosto y septiembre entraron muchos y eso tampoco es normal". Y advirtió de un nuevo ciclo negativo hacia 2015. "Dentro de tres años no habrá salmones. Las riadas de febrero arrastraron todas las huevas, eso supuso perder el 80% del desove natural. Y sin alevines, no hay salmones".
El cabraliego Fernando Pidal, ribereño del Cares, alude también a los ciclos del salmón y huye del pesimismo de los científicos. "La especie no peligra en absoluto. Lo importante es que haya buenos desoves. Lo que pasa es que sólo se preocupan de los pescadores y no la pesca en alta mar o la contaminación. Muchos afluentes del Cares están en malas condiciones", advierte Pidal, quien apoya la nueva normativa porque "tiene más sentido".
"Es mejor abrir la campaña en marzo que hacerlo en mayo como el año pasado y matar todos los salmones en dos días", afirma el pescador cabraliego. Pidal destaca que los cambios en la reglamentación permitirán a los pescadores ir "más días" al río. Apoyo también el nuevo cupo y no cree que ello vaya a suponer más capturas. "Los ríos darán los mismos salmones, solo que más repartidos. El año pasado el Sella dio 30 salmones el día de la apertura. Y eso no es normal tampoco", sentencia Pidal.
"La normativa cambió a nuestro favor, esto está claro". Esa es la opinión del cangués José Manuel Mori Cuesta, el Marqués, uno de los pescadores más afamados de Asturias y que apoya medidas como la eliminación de los cotos parciales o la ampliación del cupo de capturas. Respecto al incremento del período de pesca con muerte, Mori advierte que en estos primeros quince días de temporada no se podrá utilizar el cebo natural. "Con este arte salen la mayoría de los salmones. A mosca natural y cucharilla se pescan muy pocos", añade el Marqués, frente a quienes temen que esta medida dispare las capturas.
Otros pescadores no lo ven de la misma manera. Román Herrero, presidente de la asociación Fuentes del Narcea: "Esta normativa no está avalada por informes técnicos y no puede ser que se cambie todos los años por calentones o intereses. Lamentablemente la pesca se ha politizado". Este pescador considera que la situación de la especie obliga a "reflexionar" y a buscar una gestión diferente. "Pensar que hay abundancia de salmones en Asturias es como hacerte trampas en solitario", asegura el presidente de Fuentes del Narcea. Y por eso demanda un cambio de mentalidad. "La pesca hoy en día no deja de ser un deporte. Y eso hay que entenderlo. Tenemos que pensar y concebir otra forma de pescar", afirma Román Herrero. Advierte que lo primero pasa por entender que el salmón es un bien que tenemos que cuidar y si pescamos todo lo que entra en el río, "flaco favor le hacemos". El presidente de la asociación Fuentes del Narcea reconoce abiertamente que los pescadores "no somos generosos".
También critica a la Administración regional. Con la población actual de salmones, "esta permisividad es temeraria". Y más allá de que se haya ampliado el cupo de capturas, defiende que haya más cotos, zonas que " son para proteger al salmón". Tras recordar que en los dos últimos años se habían creado los cotos parciales, ahora eliminados, Herrero denuncia que en ríos como el Narcea, el Sella o el Cares, los mejores lances salmoneros se producen "en zonas libres".
A la hora de aportar soluciones, el presidente de Fuentes del Narcea apuesta por medidas intermedias. La primera, una zonificación "que quite presión" a los salmones aunque luego se den facilidades a los pescadores para ir al río. Herrero también critica que los contadores instalados hace años en algunos ríos salmoneros no funcionen. "Eso no puede ser. Lo que nos indica si hay o no salmones es el desove", comenta en alusión a unos dispositivos que registran el paso de los salmones hacia las zonas de puesta.
"El salmón lo que necesita es que lo apoyen y los que tenemos que hacer los pescadores es apretarnos el cinturón", sentencia Delfín Puente, presidente de la Real Sociedad Asturiana de Pesca, el colectivo que con mayor firmeza ha criticado la nueva legislación. "Respetamos la acción de Gobierno y la acatamos, pero desde luego no estamos contentos", asegura Puente. El máximo responsable de la Asturiana añade que los cambios introducidos sólo han servido "para contentar a unos pocos pescadores".
Al mismo tiempo, subraya Puente "le han dado una coz a la estrategia de conservación del salmón que se había iniciado en Asturias de forma tímida en los últimos años". Ante el panorama actual, el presidente de la Asturiana considera que cuantos más salmones se pesquen, "menos posibilidades de supervivencia tendrá". Además de lamentar la ampliación del cupo de capturas, Puente censura la eliminación de los cotos parciales "cuando era una forma de racionalizar el acceso al recurso". Y tras negar que se le encasille como un defensor de la pesca sin muerte, Delfín Puente explicó que "disfrutar de la pesca no significa sacrificar salmones" Lo tiene muy claro: Soy un defensor del recurso y quiero que siga habiéndolo. Y predico con el ejemplo. Si pesco algo, lo suelto".
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