Eladio Paz sujeta el congrio de 35 kilos que pescó el domingo en la ensenada de Bueu y donó al comedor de San Francisco |
Eladio Paz tiene dos aficiones deportivas. El ciclismo (lleva recorridos 320.000 kilómetros desde que a los doce años se subió a una bicicleta) y el submarinismo a pulmón libre. Y practicando esta última batió también su propia marca el pasado domingo, al capturar en la zona de O Cabalo, en Bueu, un congrio de nada menos que 35 kilos de peso.
Pescarlo fue toda una aventura para este pontevedrés de 57 años, que empleó en ello más de una hora. «Cuando lo vi, me pareció ya de 18 kilos, pero en la profundidad no se veía bien, además de que el congrio es oscuro -narra-. Subí a la superficie y tomé la decisión. Le disparé el arpón, bajé de nuevo y comprobé que le había dado». Cogió entonces la cuerda que le unía a la boya y la ató al fusil, de manera que el empuje de la baliza hundida en el agua fue debilitando al animal. «Cuando finalmente lo vi emerger me dije, ¡madre mía! -agrega Paz-. Empujaba, y durante más o menos trescientos metros me llevó a rastras, pero se cansó».
Los restantes 300 metros lo dirigió él a la orilla y comprobó que había roto el arpón. «Ya en la playa, para cogerlo era incapaz porque resbalaba, y le pedí ayuda a tres jóvenes que pasaban por allí; al principio ni se lo creían». Cuando comprobó su peso y tamaño, Paz decidió donarlo al comedor de San Francisco de Pontevedra, donde después de destriparlo, el congrio fue almacenado en un congelador. La cocinera, Loli Troitiño, destacó que lo servirán guisado en los próximos días, «cuando tengamos más pescado», ya que a pesar de su tamaño, el congrio no basta para la media de cien comensales que tiene cada día la entidad social. «Lo agradecemos mucho», señaló por su parte el responsable del comedor, el franciscano Gonzalo Diéguez.
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