El biólogo Ken Buesseler controla un dispositivo CTD para recober muestras cerca de Fukishima |
Muchos peces capturados frente a la costa de Fukushima siguen mostrando altos niveles de cesio radiactivo. Esto indica que desde el catastrófico terremoto y el tsunami que provocó el desastre nuclear el 11 de marzo de 2011, el fondo del mar o fugas de los reactores dañados aún deben estar contaminando la zona. Y un investigador advierte que esto podría afectar a la pesca durante décadas.
De acuerdo con datos recogidos por el Ministerio de Pesca de Japón (MAFF), el 40% de los peces de fondo como el bacalao, la platija y lenguado, están por encima del límite de cesio radiactivo 134 y 137, dijo Ken Buesseler, un químico del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI) de Massachusetts.
Buesseler analizó los datos del gobierno de un año y encontró que los niveles de contaminación en casi todos los tipos de peces todavía no están bajando.
"Los números (radiactividad) no están bajando. Los océanos suelen causar disminuciones de las concentraciones si el grifo se cierra", observó Buesseler. "Tienen que estar recogiendo el cesio en algún lugar."
"Una opción es que el fondo del mar sea la fuente de la contaminación que continúa. La otra fuente podrían ser los mismos reactores", indicó.
La mayoría de los pescados y mariscos de la costa de Fukushima están prohibidos en el mercado doméstico y de exportación. Si bien las autoridades levantaron en junio la prohibición para el pulpo y los caracoles de mar, que mostraron niveles muy bajos de radiación, los peces más contaminados fueron capturados en agosto de 2012: dos lorchas, peces que están muy debajo en la cadena alimenticia, tenían niveles de más de 25.000 becquereles de cesio por kilo, 250 veces sobre el nivel que el Gobierno japonés considera seguro.
Un funcionario pesquero del gobierno, Chikara Takase, aclaró en ese momento que los números altos fueron detectados sólo en ciertos tipos de peces tomados como muestra en aguas restringidas, cercanas a la planta nuclear.
El operador de la planta Tokyo Electric Power Co admitió que parte del agua radiactiva que se usa para enfriar los reactores de Fukushima se ha filtrado al mar. El hecho más reciente ocurrió en abril pasado.
"Teniendo en cuenta los 30 años de vida media del cesio-137, esto significaría que incluso si esas fuentes (de contaminación) pudieran bloquearse por completo, los sedimentos contaminados se mantendrían durante las próximas décadas", escribió Buesseler.
Hideo Yamazaki, un biólogo marino de la Universidad de Kinki, también cree que hay una fuga de cesio desde la planta y que va a contaminar los productos del mar por más de 10 años. En su opinión, la planta seguirá perdiendo cesio hasta que se reparen las grietas y otros daños. Y no está claro cómo y cuándo se completará ese trabajo, ya que los niveles de radiación en los reactores son demasiado altos para seres humanos y robots.
Buesseler sostiene que para predecir los patrones de contaminación se requiere un estudio cuidadoso de las aguas de los océanos y los sedimentos, para determinar la rapidez con la que se recuperará el ecosistema.
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