Aparece una foca en un río

Los técnicos alimentan a la foca, que llegó desfallecida

La cría de foca de casco que fue hallada en el río Guadalmedina de Málaga tras recorrer más de 4.000 kilómetros desde el Océano Glaciar Ártico se encuentra al límite de la supervivencia. El animal, de cuatro meses, pesa 28 kilos, cuando a su edad debería pesar entre cuarenta y cincuenta. Este es el primer diagnóstico de los expertos del Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (CREMA que la están atendiendo para intentar reanimarla. La foca fue avistada por primera vez el lunes por la noche en la desembocadura del río, en el centro de la capital malagueña, aunque no pudo ser capturada hasta la noche del martes, cuando el animal se acercó hasta la orilla.

Juan José Castillo, veterinario del CREMA, explicó que la radiografía realizada a la foca ha revelado que no había ingerido piedras, como se temía, aunque se está a la espera del resultado de otras pruebas como una analítica de sangre. El ejemplar, un macho, pudo haber llegado a Málaga arrastrado por las corrientes marinas y, quizás, por una desorientación. Otras focas podrían encontrarse en la misma situación.