Los "valeiros" de Pontecesures, el colectivo que se dedica a la pesca de lamprea en el Ulla, solo tiene una palabra para definir la campaña de pesca actual: "nefasta". Consultados ayer, indican que "las cosas no podían ir peor", por lo que se lamentan de su "mala suerte" y esperan ansiosos a que las condiciones meteorológicas cambien.
El gran caudal del río y las intensas corrientes dificultan enormemente su labor -y la hacen más peligrosa-, de ahí que ayer, cuando levantaron sus aparejos, vieran que estaban vacíos.
"Solo trabajamos tres días y fueron muy flojos, porque apenas cogíamos tres o cuatro piezas por barco, pero es que hoy (ayer para el lector) todo fue a peor y apenas pudimos capturar cuatro o cinco lampreas entre todos", esgrimen con resignación los pescadores.
Saben que las adversas condiciones meteorológicas son un handicap difícil de superar, por eso esgrimen que "lo ideal sería que el tiempo cambiara pronto, que llegaran los vientos del norte y que las cosas se tranquilizaran en el río; solo así podremos salvar de verdad esta nefasta campaña".
Ni que decir tiene que con esta complicada situación en aguas del Ulla los curiosos que suelen tomar la zona portuaria pontecesureña para ver las evoluciones de los pescadores deberán esperar a mejor ocasión para ver levantar las nasas butrón cargadas de lamprea. Y lógicamente, aquellos que disfrutan saboreando este manjar tampoco lo tienen fácil para encontrar un lugar en el que degustarlo.
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