Vidas enfrentadas ¿Debería prohibir la futura ley de montes pasear los domingos por el monte?
La caza, el senderismo o la recogida de setas son actividades muy distintas, pero con un nexo irrompible, ya que todas se practican en el monte. Con sus más y sus menos, los aficionados a las tres tratan de convivir, pero esa armonía podría romperse si la futura ley de montes prohibiese a senderistas y amantes de la micología caminar por el monte los domingos para favorecer a los cazadores. La propuesta ha llegado a la mesa del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y la polémica está servida, como destacan los presidentes de la Federación Galega de Caza de Lugo, Francisco López, y de la Asociación Amigos do Patrimonio de Castroverde, Manolo Muñiz. «Os cazadores somos necesarios porque hoxe a pirámide ecolóxica está rota. Os labregos demandan que cacemos máis. ¡Onde chegarían os corzos e os xabaríns se non cazásemos! A gandeiría e o medio rural desaparecerían en pouco tempo», razona el primero, cuya agrupación representa a casi 14.000 cazadores -en Galicia hay 57.000-, que portan 6.500 emisoras de comunicación. «Nunha saída que fixemos en decembro por Queizán, no Corgo, sentimos tiros preto e dixemos: ??Non podemos meternos na boca do lobo, imos por outro lado??. E ese día tivemos que cambiar de ruta varias veces por iso», apunta Muñiz, cuyo colectivo organiza todos los meses al menos una ruta de entre 10 y 20 kilómetros por entornos de gran riqueza natural. «Nun día de caza aínda ando 15 ou 20 quilómetros tamén», tercia López, que reconoce que senderismo y caza deben ser entendidos además como «un negocio» por el volumen de gente que mueven. «Os primeiros beneficiarios son os hosteleiros», dice.
«Cazadores e sendeiristas podemos convivir», comenta López, y afirma que la federación está intentando mejorar la formación de los jefes de cuadrilla. «Cos walkies, avisámonos: "Coidado, que por aquí entran sendeiristas??. E nese caso o que facemos é: ??Escopeta descargada e ao lombo"».
Los dos coinciden en que no es bueno prohibir nada, y que en colectivos que agrupan a miles de personas siempre hay comportamientos censurables, pero son los menos. «Débese denunciar tanto a quen interrompe unha batida só para molestar, como a quen vai borracho cazar», sentencian.
Manolo Muñiz sostiene que falta información pública sobre las zonas en que cazan las cuadrillas, aunque López aclara que los cazadores tienen que avisar siempre a la Guardia Civil. «Nese caso, a Garda Civil debería informar para que xente coma nós, por exemplo, puidésemos planificar as rutas. Que anuncien: "Aí hoxe non vaiades, que hai batida". Nós non queremos poñernos en perigo, pero tampouco interromper a batida», señala.
Fuente: La Voz de Galicia
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