Vuelven las lluvias y con ellas los episodios de enlodamiento en las aguas del Cabe. Un problema que, según la sociedad de pesca Val de Lemos, explica la alarmante escasez de truchas en el río, que a punto estuvo de motivar este año una veda integral del coto de Monforte. Ante la fuerte tonalidad verdosa que presentaba el pasado miércoles, la directiva optó por denunciar los hechos al Seprona. De momento, sin embargo, no saca nada en limpio con sus quejas.
Los pescadores de Val de Lemos asocian la suciedad de las aguas del Cabe a los arrastres procedentes de los desmontes realizados en las obras del corredor de Sarria. Su suposición se basa en que, cada vez que se producen lluvias de cierta intensidad, la tonalidad que adquieren las aguas no es la habitual en las crecidas, sino que presentan un color que recuerda a los terrenos arcillosos por los que discurre el vial.
El miércoles optaron por informar de los hechos a la Guardia Civil, pero al parecer, y según la directiva, se les remitió a la Comisaría de Policía porque estaban denunciando un vertido en un tramo de río que discurre por una zona urbana. Los enlodamientos del Cabe fueron continuos a lo largo del pasado año coincidiendo con la presencia de precipitaciones y los servicios de Medio Ambiente pudieron constatar antes del inicio de esta temporada de pesca un alarmante descenso de la población de truchas. Varios kilómetros de río tuvieron que ser vedados por este motivo y si no se cerró la totalidad del coto fue para evitar una «desbandada» de socios.
El delegado municipal de Medio Ambiente, Antonino Luaces, indicó ayer que el Ayuntamiento no tomó ninguna medida al respecto porque en este caso las competencias son de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. «O máis que podemos facer nós é remitir un escrito pedindo que actúe», declaró el concejal.
Frente a las reiteradas sanciones contra el Ayuntamiento, no hay constancia de que se hayan producido multas por el enlodamiento.
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