Tras el incendio acaecido hace unos días en el parque natural de las Fragas do Eume, que destruyó 750 hectáreas, y las críticas recibidas ante la falta de previsión y la no puesta en marcha de protocolos de actuación ante el riesgo de que la contaminación por cenizas pudiese llegar al mar tras las lluvias, afectando de forma grave a los bancos marisqueros; la Xunta ha salido al paso y ha dado a conocer los resultados de las analíticas encargadas a Aguas de Galicia así como el operativo en el que está trabajando para estabilizar el suelo en las áreas más afectadas por el fuego con el fin de impedir la posible llegada de sedimentos al río y, por ende, al mar y al ecosistema acuático.
Así, según los datos de las analíticas que la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, a través de Augas de Galicia, que se han venido realizando en el río Eume, señalan desde el gobierno gallego, éstos “revelan que no hay presencia de vertidos y filtraciones desde las zonas quemadas del monte de las Fragas del Eume al río”. Las analíticas sobre los datos de PH, turbidez, temperatura, conductividad y oxigeno disuelto recogidos ayer, determinan, “ponen de manifiesto la normalidad de la situación y no se detecta la presencia de materiales contaminantes, que las lluvias registradas estos días hubiesen podido arrastrar”.
Asimismo, y ante las acusaciones de que no se hubiera ejecutado desde el primer momento un programa de vigilancia de la calidad del agua del río Eume así como un protocolo de actuación, desde la Xunta se indica que, tras el incendio, se puso en marcha un Programa especial de Vigilancia “que tiene por objeto conocer en tiempo real la posible afección al río, de forma que se pueda alertar a los diferentes centros de decisión con la suficiente antelación que permita la adopción de las medidas oportunas”.
En este sentido, señalan las mismas fuentes, Augas de Galicia dispone de una estación de la red CAVE (Calidad – vertidos) situada antes de la captación de Pontedeume, que mide y transmite los datos de PH, turbidez, temperatura, conductividad y oxigeno disuelto, cada 10 minutos. Para completar el operativo, añaden, se realiza diariamente la medición de estos parámetros ‘in situ’ en cinco punto distribuidos a lo largo del río, desde el embalse hasta la estación CAVE; y, en caso de que las mediciones constatasen alguna variación en la calidad del río se intensificaría el seguimiento y se alertaría a la Dirección General de Conservación de la Naturaleza de esta situación”.
Por otro lado, desde la Xunta de Galicia se recuerda que también se está trabajando en un operativo de medidas urgentes, que se pondrá en marcha “de inmediato”, para estabilizar el suelo en las áreas más afectadas por el fuego, con el fin de impedir la posible llegada de sedimentos al río.
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