Un vecino contempla el río San Xoán, que desde ayer baja limpio, en su desembocadura en la playa de Sardiñeiro |
Tras más de un año de obras y muchos más de espera, el Concello de Fisterra activó ayer el mecanismo que engancha la nueva red de saneamiento de Sardiñeiro al colector general que lleva los residuos a la depuradora de Mar de Fóra. Por primera vez en décadas, el agua del río San Xoán, que desemboca en medio de la playa de la localidad, bajó limpia, y así debe seguir en los próximos años si nada falla.
Sardiñeiro tiene por fin alcantarillado conectado a una depuradora. La segunda localidad más poblada del municipio de Fisterra llevaba toda la vida sin él, aunque intentos hubo para ponérselo. Todos acabaron en fracaso por distintos motivos.
El más sonado fue la instalación de una depuradora en el lugar, hace ya cerca de 20 años. La maquinaria jamás llegó a entrar en funcionamiento por distintos problemas técnicos que nadie subsanó.
Es más, hasta el suelo en el que se dispuso planteó quebraderos de cabeza posteriores al Ayuntamiento. Una parte de las instalaciones acabaron en una parcela privada. No solo no funcionó, sino que acabó siendo parcialmente arrancada para poder hacer unas obras en la parcela.
Mientras se desperdiciaba el material pagado con cerca de 20 millones de las antiguas pesetas de dinero público, el río seguía soportando los vertidos directos de las casas del lugar, problema que se acrecentaba precisamente en verano, cuando la población se multiplica y cuando más se usa la playa. Los olores y contenidos del cauce fluvial eran muy poco edificantes y la playa urbana contaba con pocos bañistas.
Preferían nadar en aguas más limpias.
Desde ahora el arenal se suma a otros del entorno en la oferta de verano de la comarca. De los tres puntos de vertido directo al cauce han dejado ayer de llegar los desperdicios de la población de Sardiñeiro.
El saneamiento de Sardiñeiro lo adjudicó Augas de Galicia a la empresa Construcciones Ogando en el verano del año pasado. La obra iba a durar nueve meses, aunque finalmente fueron algunos más.
La actuación contaba con un precio de salida de 960.000 euros, pero se adjudicó finalmente por poco más de 800.000 euros. La imposibilidad de poner un emisario llevó a plantear un sistema unido a la red general de alcantarillado de Fisterra. Las aguas fecales llegan a la EDAR de Mar de Fóra tras un largo recorrido que se realiza impulsado por un sistema de bombeo.
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