miércoles, 14 de diciembre de 2011

«Cuando me envolvió la ola pensé que ya se acababa todo»


Ignacio Paz, cerca de donde se cayó al agua

Volvió a nacer. Las circunstancias jugaron a su favor y también contribuyó su serenidad y sangre fría, pero Ignacio Paz, ferrolano de 38 años, es más que consciente de su buena fortuna tras haber sido arrastrado por una ola el pasado domingo en la costa de Doniños, haber permanecido más de media hora en el agua y superar el trance ileso y sin un solo rasguño. Se lo llevó una ola en Lobadiz cuando estaba pescando -entre las playas de Doniños y San Xurxo-, pero la rápida intervención de otro aficionado, Carlos Redruello, que dio aviso de inmediato a los servicios de emergencia, fue determinante para salvarle la vida. Ahora, este trabajador, tubero de profesión en una compañía auxiliar de Navantia, admite que no volverá solo a pescar.

-Su ángel de la guarda contó que se le enganchó la caña cuando sacaba un pez y por eso se lo llevó una ola.
-Sí, fue tal cual. El sitio no es peligroso. Cuando tenía el pez enganchado, intenté subirlo, pero se me rompió la línea y me desequilibró. Entonces fue cuando me llevó la ola.

-Carlos Redruello dice que estaba «más que tranquilo».
-Cuando pude flotar bien, miré para él y le grité. Él se acercó a las rocas y me dijo que estuviera tranquilo, que ya venía el helicóptero. Quiero darle las gracias en mi nombre y en el de mi familia, por todo lo que hizo por mí. Estuvo todo el tiempo dándome ánimo.

-¿Temió por su vida?
-En el momento en que me envolvió la ola pensé: «Se acabó todo», pero levanté la cabeza y vi en donde me encontraba. La siguiente ola me volvió a envolver, pero pude salir fuera de las rocas y logré separarme de la rompiente.

-¿Qué hizo entonces?
-Lo primero fue soltarme de la caña, que la tenía enganchada, y después me saqué el chaquetón y las botas.

-Se tenía bien aprendidas las directrices ante accidentes, pero además mostró una gran sangre fría, ¿no?
-Cuando vas a pescar te llevas la teoría bien aprendida, pero es verdad que reaccioné bien, no me puse nervioso y tuve la suerte de que no me llevé ningún golpe ni me hice ningún corte.

-¿Fue consciente de pasar más de media hora en el agua?
-Se me hizo largo el tiempo, porque estuve controlando el reloj. Pero cuando vi que no estaba herido, pensé que ya era cuestión de esperar a que vinieran a buscarme y evitar que me arrastrase el mar contra las rocas. Pero creo que estuve yo más tranquilo que el chico que avisó.

-El helicóptero tuvo dificultades para localizarlo. ¿No se impacientó?
-El helicóptero, antes de llegar adonde estábamos, dio la vuelta. Pero entonces el otro pescador volvió a llamar a emergencias y el helicóptero regresó, pero pasó por encima de mí, porque no me veía. Carlos fue el que lo orientó y ya me rescataron.

-Y lo llevaron a Alvedro y de ahí al hospital, pero no tardó en recibir el alta.
-Me hicieron una analítica y como tenía baja la temperatura corporal tuve que estar dos horas allí con unas mantas térmicas. Y después, ya para casa, aunque esa noche dormí muy poco.

-¿Era la primera vez que pasaba por un trance similar?
-Sí, antes yo iba a bucear y desde hace 20 años pesco con caña. Nunca me pasó nada y espero que esta sea la última vez.

-¿Volverá a pescar?
-A la pesca de roca no creo que vuelva solo. Vi lo que podía pasar. Si me llego a encontrar allí solo no sé lo que hubiera sucedido y cuánto hubiera aguantado.

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