lunes, 14 de noviembre de 2011
El Mediterráneo, campo de cosecha del atún rojo que alarma a los ecologistas
En el Mediterráneo el atún rojo ya no se pesca, se cosecha.
Un 90% de la cuota de pesca acordada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) termina en las cerca de 20 granjas de esos túnidos que flotan en el mar más nuestro.
En 2005, 28.450 toneladas de atún rojo de las 30.600 de cuota que marcó ese año ICCAT, que hasta el próximo 19 de noviembre celebra en Estambul su 22 reunión ordinaria, se destinaron a la práctica conocida como "ranching".
El último informe del comité de Investigación (SCRS) del ICCAT, reunido en Madrid el pasado octubre, registró un "cambio global" en la pesca de atún en el Mediterráneo "hacia el atún rojo grande".
Estos ejemplares, que pueden alcanzar la media tonelada de peso, se destinan a las operaciones de engorde y cría, señala el documento.
La organización medioambiental WWF sostiene en un estudio propio que la pesca de cerco captura el 80% de la cuota de atún rojo en el Mediterráneo. Esa pesquería, señala, es la única que permite la captura de atunes vivos para engordarlos.
Las flotas de cerco (en España hay seis barcos) operan por todo el Mediterráneo y los mayores armadores son franceses e italianos.
Según WWF, la mayoría de las capturas de atún rojo en el Mediterráneo se transfieren a jaulas de alimentación o engorde de las que se extraen a demanda del mercado con un peso comercialmente atractivo.
Esa tendencia ha alertado a las organizaciones ecologistas, como Oceana y WWF, que solicitan la suspensión de la pesca de cerco para granjas de engorde hasta encontrar un sistema de seguimiento que garantice el cumplimiento de la pesca por cuotas.
El jefe del programa de pesca en el Mediterráneo de WWF, Sergi Tudela, declaró que en una década la actividad pesquera del atún se ha concentrado en torno a las granjas.
Y aunque corroboró como capacidad total de engorde en todo el Mediterráneo la cifra de 70.000 toneladas que aporta Oceana, aclaró que las granjas de la zona no agotan su capacidad de explotación.
También cuestionó la sostenibilidad de una acuicultura de carnívoros, porque diezma la especie de la que se alimenta, almacenada y congelada a disposición de la demanda.
En una granja tipo del Mediterráneo, como las Balfegó, se pueden consumir hasta 350.000 kilos de sardinas, caballas o arenques a la semana.
Los cercos de engorde se encuentran a pocos kilómetros de las costas de España, Italia, Malta, Croacia, Turquía, Chipre, Túnez y Libia. Después de más de 3.000 años de pesca tradicional en todo el Mediterráneo, el atún rojo salvaje se domestica.
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