Son casi doscientas piezas del patrimonio municipal de lo más variado, desde cuadros hasta sillones. Y no se sabe dónde están. Se sabe que existen porque figuran en el inventario, pero el Ayuntamiento desconoce su paradero. Por eso, se ha puesto manos a la obra para localizarlas. Y es que la cuestión no es menor, ya que algunas de las piezas perdidas tienen un alto valor monetario. No en vano, entre los tesoros desaparecidos hay 26 joyas, pero también 105 cuadros (algunos de pintores de renombre, como Luís Seoane, Manuel Abelenda o Antón Lamazares), 19 elementos decorativos (como lámparas, sillones o mesas), 14 esculturas, 6 grabados, 4 dibujos, tres relojes y otras piezas, hasta un total de 196.
De las estancias del Ayuntamiento (en la imagen, el salón Real) desaparecieron tres relojes |
Por faltar, falta hasta una lápida, la de Sánchez Bregua, que desapareció sin dejar rastro. Para encontrarlas, el Ayuntamiento ya se ha puesto manos a la obra, después de que el gobierno local ordenara abrir una investigación para determinar quién tiene las piezas, de las que se desconoce incluso cuándo desaparecieron, y cuál es su paradero.
Pintura
Cuadros, grabados y dibujos. De todos los objetos desaparecidos del palacio de María Pita y el resto de dependencias municipales, lo más apetecido por los amigos de lo ajeno fueron los cuadros. Solo así se explica que no aparezcan 105 obras que, según el inventario, deberían colgar de las paredes del Ayuntamiento. Entre ellas hay cuadros de gran valor, firmados por pintores de relumbrón, la mayoría de ellos gallegos. Así, se buscan tres obras de Manuel Abelenda: Puente de Sampayo, Retrato del general Primo de Rivera y Remanso. Tampoco se encuentran dos cuadros de Tino Grandío -Carnaval en Salamanca y Cifraña-, un cuadro de Luís Seoane -Montes-, dos más de Sucasas -Fantasía y Grupo de personas- y otros tantos de Imeldo Corral -entre ellos A Praya.
Pero no solo son cuadros. También han desaparecido seis grabados y cuatro dibujos. Entre los primeros, obras de Hermanos Pascual, Jesús Núñez Fernández, Enrique Vázquez y Vandeloise. Hay otras dos de las que no se sabe ni el autor. Desconocida es también la autoría de uno de los cuatro dibujos, mientras que los otros tres pertenecen a Agustín Pérez Bellas, Suárez Noya y Julio Martínez Pérez, del que se busca el cartel de Viñetas desde o Atlántico del año 2002.
Escultura
Catorce piezas por localizar. Entre los objetos que el gobierno local no es capaz de ubicar en las dependencias municipales está un busto del marqués de Pontejos, de Fernando Cortés, otro de Ramón de la Sagra y un tercero de Sánchez Bregua. También falta una figura abstracta de Francisco Pestana, la Estatua Pequeña de Rafael Rivera, y el Saíndo do Baño del ourensano Arboiro. Pero, sin duda, una de las piezas más curiosas a las que se sigue el rastro es la reproducción de una escena de lucha de la heroína de la ciudad, María Pita, elaborada en su momento por el Museo de Cera de Madrid.
Artes decorativas
Sillones, lámparas y hasta un candelabro. Vacío se debió de quedar el despacho Casares Quiroga, porque según el inventario municipal falta hasta la papelera. Nadie sabe dónde están el armario bajo, la mesa de escritura, una mesita auxiliar, un sillón y dos sillas, el tresillo y la mesa de centro que decoraban la estancia. Pero no son los únicos elementos decorativos que no aparecen ni debajo de las alfombras. Tampoco se sabe qué fue de una lámpara de mesa de caoba, unas vitrinas de la misma madera, un candelabro de hierro, un velón de Lucena y una figura del duque de Aquitania, salido del obrador de Sargadelos y que ahora ya no luce en María Pita.
Joyas
Pendientes, bandejas y una moneda romana. El de las joyas es, sin duda alguna, el capítulo más jugoso del inventario de elementos desaparecidos elaborado por el gobierno municipal. Y es que, además de marcos, jarras y bandejas de plata, un candelabro del mismo material o un jarrón de cristal, se han perdido elementos de gran valor, como una colección numismática formada por seis monedas de Fernando VII y otras dos de Isabel II, todas del siglo XIX, e incluso una pieza de época romana de cobre.
También hay otras piezas de la joyería Malde, entre ellas un cenicero de la olimpiada juvenil del trabajo, una reproducción de la torre de Hércules y una insignia de alcalde con el escudo de la ciudad. Pero no son los únicos elementos simbólicos, porque tampoco se encuentran unas campanillas y unos pendientes con la imagen de la Virgen del Rosario. Pero también los hay más exóticos, por así decirlo, como un plato de plata del Juventus de Turín.
Elementos exteriores
Fuentes y lápidas. Pero las desapariciones no se centran solo en María Pita, porque en los parques y en las calles de la ciudad también se han echado en falta elementos decorativos y otros tan personales como la lápida del teniente general Sánchez Bregua. Sin llegar a eso, de la calle Barcelona desaparecieron dos fuentes y un estanque, mientras que en el resto de la ciudad no se localizan cuatro esculturas.
Otros elementos
Falta una miniatura del bastón de mando. Además de joyas, muebles y esculturas, en el palacio municipal coruñés también han echado en falta una miniatura del bastón de mando, un escudo de la ciudad, un pergamino de un privilegio del rey Alfonso IX y hasta la placa con el parte que puso fin a la Guerra Civil.
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