Un grupo de afectados, ayer, junto al cauce que fue modificado tras las riadas del año 2006 |
El riesgo de riadas continúa en Oia. Los vecinos de las viviendas aledañas al río Broi, en Viladesuso, siguen sin poder dormir tranquilos cada vez que se anuncian temporales. La culpa la tienen las miles de toneladas de piedras que se interponen en el cauce. Temen que una nueva tromba arrastre todos los materiales y llegue hasta sus viviendas.
Reclaman el compromiso de las administraciones para que coordinen las actuaciones necesarias para eliminar el peligro, cueste lo que cueste, porque están en riesgo vidas humanas. La oposición de Oia ha hecho que esta preocupación se traslade al salón de plenos. El alcalde, Alejandro Rodríguez, tuvo que comparecer ayer ante la corporación para dar cuenta de las actuaciones que están realizando. Pero no tranquilizó a los vecinos afectados en la medida en que puso en duda que se pueda ejecutar un proyecto que está realizando la empresa Acuatic para buscar soluciones al fenómeno de las riadas al que dieron paso los incendios del año 2006.
Los responsables de la empresa deberán presentar el informe con la previsión de actuaciones antes de mediados del mes que viene. Aún no se conoce el presupuesto, pero se estima que será muy caro reforzar con hormigón las curvas de los ríos y la creación de presas para contener el agua y evitar que caiga de golpe sobre los barrios ubicados en las faldas de los montes.
El regidor popular describió cada una de las actuaciones que llevó a cabo tras las últimas riadas y afirmó presentarse al pleno «cos deberes feitos». Pero no convenció a los grupos de la oposición ni tampoco a los miembros de la plataforma vecinal que acudieron a escucharle.
El portavoz del BNG, Miguel Giráldez, le felicitó por ser «un buen capataz», pero a renglón seguido lo calificó como «un mal alcalde». Las críticas de nacionalistas y socialistas se sustentan en que a pesar de los estragos que causaron las riadas en el año 2006, el municipio continúa expuesto a las riadas porque las administraciones no tomaron ninguna medida preventiva. La prueba son las inundaciones sufridas el pasado mes de octubre. Los vecinos están convencidos de que no serán las últimas hasta que no se lleve a cabo un proyecto integral. Por su parte, el teniente alcalde abogó por dar tiempo a la empresa que está redactando el proyecto para prevenir nuevas riadas. Afirmó que si no ofrecen una solución que convenza a todos los sectores implicados, «seré el primero en convocar una manifestación donde haga falta», manifestó.
«Si no hay alguna solución, seré el primero en convocar una manifestación donde haga falta »
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