sábado, 27 de julio de 2013

El último capricho de los multimillonarios: un submarino





Un estudio de diseño austriaco ha desarrollado el primer yate submarino en el mundo. Una maravilla tecnológica, que pronto podría comenzar a construirse.

No más helicópteros, coches deportivos o jets privados. Para los multimillonarios, el último medio de transporte de moda es… el yate submarino. Creado por el estudio de diseño austriaco Motion Code: Blue, esta curiosidad de 115 metros de largo llamado Migaloo está pensado principalmente para satisfacer las crecientes demandas de los clientes ultra-ricos con ganas de marcar diferencias.

A primera vista, es difícil diferenciarlo de un submarino real. Debemos decir que su casco está claramente inspirado en el de los submarinos convencionales. De hecho, sólo la torre central parece ser diferente. Más largo y más ancho, permite una luminosidad óptima en la habitación principal del yate submarino. En puente trasero, una amplia habitación (ideal para hacer fiestas) sobre el helipuerto y una piscina de 8×3 metros. Una vez bajo el agua, el material se almacena en el área ubicada debajo de la terraza, mientras que la piscina queda en la cubierta principal.








Visto desde el interior, el Migaloo presenta todos los lujos de una mansión. Además de una gran sala de estar y un bar privado, cuenta con ocho suites VIP (perfectas para alojar invitados) y un enorme techo de cristal situado encima de la torre principal. Pero lo mejor está por venir: en los niveles más bajos, es posible, previa solicitud, instalar una sala de cine, una biblioteca, un gimnasio o una sala de juegos.

Por suerte, los clientes cada vez necesitan más opciones. “Un número cada vez mayor de los clientes tienen exigencias muy altas en el diseño de los puntos principales de su yate“, asegura el portavoz de Motion Code: Blue. Además, “Migaloo es el resultado de una investigación y estudio en profundidad del mercado de los yates“.

Por el momento, este yate submarino sólo existe bajo la forma de planos. Tendremos que esperar un primer comprador para finalmente verlo navegar por los mares.








El Migaloo tiene características dignas de un yate de súper-lujo como un helipuerto, una suite privada de dos pisos con todo y patio incluido, ocho suites VIP para todos tus invitados, una alberca de 8 metros de largo, camas de bronceado, y hasta un bar todo esto sólo en la parte de arriba. Cuando el Migaloo está sumergido todos los muebles que están en la parte de arriba se guardan en unas bodegas automáticamente, para que se pueda sumergir en cualquier momento. Todo el diseño del Migaloo se hizo basándose en un submarino común de guerra, lo único que los diseñadores modificaron fue la torre de control ya que incorporaron un elevador y escaleras. Sobre el precio todavía Motion Code: Blue no ha dicho nada, ya que como es costumbre con los yates de súper-lujo estos se hacen a la medida de cada cliente.

Dispone de una piscina que desaparece durante la inmersión.

Llamado 'Migaloo' en honor de la ballena albina, el concepto del yate ha sido diseñado para satisfacer las demandas de los propietarios de yates multimillonarios que quieren destacarse de la multitud de ricos más 'ordinarios', según los diseñadores.









El casco de Migaloo es idéntico a los submarinos actuales. Solo la torre está diseñada con finalidad civil, lo que significa que es más larga y más ancha para albergar un iluminado salón principal y una amplia escalera con un hueco de ascensor redondo y centrado.

El casco y la torre están equipados ventanales de vidrio a prueba de presión, para ofrecer una vista impresionante, sobre todo cuando el Migaloo se sumerja. 

Los sistemas de comunicación y sobre todo de navegación dependen de sistemas ordinarios y bien comprobados y el casco está diseñado para sumergirse a una profundidad máxima de 240 metros.

Pensamos que nunca llegaría el día, pero por fin un proyecto tan esperado verá la luz del amanecer… El Proyecto Migaloo es lo que todo fanático de la navegación de lujo ha ansiado por muchísimos años, ver y tener la posibilidad de hacerse con una suntuosa nave que pueda convertirse en un submarino totalmente funcional, sobre todo para los más asiduos a la lectura de la famosa novela de Julio Verne…

  

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