Un pescador prueba suerte ayer en el Puente Romano (Sella) |
Mejor de lo esperado. La campaña salmomera que echó ayer el cierre ofreció, con 835 ejemplares, un buen resultados. Sobre todo si se tiene en cuenta que se presumía lo peor a causa del retorno de ejemplares que correspondían al año 2009, el que ofreció el balance más negativo de la historia.
La cifra invita al optimismo de cara al futuro del 'monarca' de los ríos porque el número de capturas controladas es el elevado, pese al regreso de la normativa más restrictiva, que impuso una reducción de cupo, menos días hábiles de pesca y cebos, a lo que se sumó también la vuelta de la denominada pesca sin muerte.
Enrique Berrocal, presidente de la Asociación Las Mestas del Narcea, y Antón Caldevilla Pérez, presidente del Esmerillón del Sella, los dos colectivos mayoritarios de pescadores de salmón, coinciden en señalar que el número de capturas precintadas en este ejercicio, marcado por el ciclo de hace cuatro años, fue positivo.
Berrocal reconoce que «se auguraba una mala temporada porque correspondía el retorno de salmones de la campaña que dio las cifras más bajas de la historia, pero el Narcea dio un total de capturas bastante aceptable, superando las 300 con creces, aunque puede dar entre 500 y 1.000».
De cara al futuro es optimista. «Han quedado bastantes salmones en el río para la reproducción», explica, aunque, por otra parte, se muestra preocupado «por el excesivo furtivismo, pues con 7 u 8 guardas no se controla toda la cuenca, además de que tienen mucho trabajo con otro tipo de tareas». «El río está abandonado», añade.
Por su parte, Antón Caldevilla comenta que «la temporada fue buena, a pesar de tantas restricciones y la mala primavera». El popular ribereño del Sella explica que «tuvimos todo en contra los pescadores, con menos días para ir al río, implantación de cotos parciales, horas de canoa y tres fines de semana de riada», a lo que añade que «desde el 15 de junio solo se puede pescar a mosca y cucharilla». Es una tomadura de pelo», hace hincapié.
No obstante, confía en que «hayan quedado un buen número de reproductores en el río, pues el año pasado se contaron unos 1.200 en el 80% de toda la cuenca, por lo que habrá salmones de cara a próximas campañas». Asimismo, el cangués critica con dureza la pesca sin muerte, «pues quedaron 1.100 cotos sin vender. Ahí está claro lo que la gente quiere».
En cualquier caso, Asturias continúa siendo el paraíso del salmón atlántico, ya que en Cantabria solo se pescaron 80: Nansa (6), Deva (20), Pas (23) y Asón (31). En el Bidasoa, la cifra llegó a las 52 capturas.
Cabe señalar que la temporada de pesca en Asturias continúa en el Eo.
Antes de que acabe el mes, las asociaciones de pescadores quieren que se celebre un consejo regional para hacer nuevas propuestas de cara a la normativa de 2014. Desde Las Mestas de Narcea, Berrocal apela por «el consenso para que ley sea más flexible. Es decir, un término medio entre que impuso el gobierno de Foro y el actual».
Mientras, Caldevilla, cabeza del Esmerillón, tiene claro que «el cupo tiene que ser mayor y los días de pesca también, especialmente para que venga gente de fuera».
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