Un vertido de color blanco registrado en 2012 en el puerto de Raxó, en Poio |
Los trabajos para sanear la ría de Pontevedra, un plan que la Xunta pretende culminar en 2015, parece que comienzan a dar resultado. En menos de un año, Augas de Galicia ha logrado erradicar al menos una docena de "puntos negros" de vertidos directos a las aguas de una ría declarada "zona sensible", lo que supuesto una drástica reducción de los expedientes sancionadores abiertos desde 2011 hasta ahora empresas, concellos y particulares responsables de estas emisiones ilegales.
Según los últimos datos aportados por Augas de Galicia, mientras en 2011 se abrieron al menos once expedientes de este tipo, en 2012 solo se incoaron tres, mientras que en esta primera mitad del año actual la cifra se reduce a dos. Las mismas fuentes apuntan que de estos cinco casos, dos se tramitaron por completo con la imposición de sendas sanciones de 1.600 y 2.200 euros, una cuantía económica muy alejada de los casi 44.000 euros impuestos en multas dos años atrás. No obstante, otros dos de los vertidos aún están en fase de tramitación, a la espera de una decisión final. El ultimo de los expedientes fue archivado "porque el titular del vertido atendió correctamente el requerimiento de la administración hidráulica".
Además, Augas de Galicia aclara que todas las emisiones "están enmendadas", lo que ha permitido eliminar estos cinco "puntos negros" de la ría. En el último año, el Plan de Control de Vertidos (PCV) de la Xunta ha permitido eliminar al menos otros cinco puntos contaminantes más, especialmente en el municipio de Marín, pero también en otros tres municipios ribereños: Pontevedra y Bueu. En Poio, por su parte, se han constatado en los últimos meses algunos casos en zonas como Campelo. Aunque este concello está conectado, al menos en parte, a la depuradora de Placeres, aún está pendiente desde hace años la construcción de otra planta, para la que se barajaron varias ubicaciones. La última de ellas fue en Samieira, pero se dejó sobre la mesa en las pasadas elecciones autonómicas ante la rotunda oposición vecinal.
El positivo balance que registra el control de los vertidos a la ría contrasta, sin embargo, con los episodios cada vez más abundantes de contaminación al río de Os Gafos, donde las denuncias vecinales con casi permanentes. El 112 recibió ayer un nuevo aviso de un caso de este tipo, en medio de la polémica entre Augas de Galicia y el Concello por los proyectos para poner coto a esos vertidos. El gobierno local insiste en que se mejore y amplíe el colector actual, una obra que califica de "irrenunciable", pero Augas de Galicia argumenta que esa actuación sería inútil ya que no serviría para acabar con las emisiones ante la elevada carga de aguas pluviales que registra esa tubería. No obstante, no ofrece una alternativa y anuncia un nuevo estudio sobre el tema, que se prolongaría un año más.
Mientras la Xunta actuó en este periodo en al menos una decena de "puntos negros" en la ría, el Concello de Pontevedra puso en marcha un proyecto para eliminar otros cuatro vertidos a la ría, directos o indirectos a través de la red municipal. Fueron localizados en la calle Pastor Díaz donde un vertido de fecales a la red de pluviales llegaba a Os Gafos; en la Avenida de Marín, a la altura del puente de la autopista; en As Corbaceiras, concretamente procedente de la calle Monteleón donde una rotura de la galería de servicios provocaba filtraciones; y entre Fernando Olmedo y Casimiro Gómez, con un vertido de pluviales y fecales al Lérez a través de río Valdecorvos. Es el vertido que se detecta en el puente de los Tirantes.
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