En el entorno del embalse del Umia se acumula corteza de eucalipto ya utilizada, a la espera de una nueva aplicación |
A pesar de que todavía no hay resultados definitivos, la Xunta ha decidido continuar con el tratamiento experimental con corteza de eucalipto para combatir la proliferación de cianobacterias en el embalse del Umia, en Caldas. Especialmente, del alga Microcystis, que durante varios veranos tiñó de verde la lámina de agua de la presa y complicó el abastecimiento a la villa termal al colapsarse la depuradora. Esta situación obligó a las Administraciones públicas a financiar una nueva captación de agua, en la que se invirtieron más de 600.000 euros.
Así lo confirmó ayer, a preguntas de La Voz de Galicia, la Consellería de Medio Ambiente al cumplirse veinticuatro meses desde que se inició la aplicación de la cáscara de eucalipto. «Despois de dous anos pódese observar unha atenuación dos episodios de proliferación masiva de cianobacterias», apuntó el departamente autonómico. Según las cifras oficiales, la floración de Microcystis en el año 2012 se retrasó en el tiempo y fue de menor duración, «presentando unha importante redución da densidade da mesma con relación a outros blooms anteriores».
Como ejemplo, el pico del 2010 fue de 12,3 millones de células de Microcystis por mililitro de agua. En el 2011 se llegó a los 2,2 millones, y el año pasado la punta de densidad fue de 452.500 células. Este verano todavía no se activó el protocolo de seguimiento de cianobacterias, aunque no hay que olvidar que Galicia ha sufrido la primavera más fría desde 1986, según los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Las conclusiones de un experto consultado por Augas de Galicia, que reflejan que el tratamiento con eucalipto es el «responsable» de la reducción de las cianobacterias en el embalse, ha llevado a este organismo a decidir prolongar su aplicación.
La Xunta estima el desembolso necesario para aplicar la cáscara en unos 20.000 euros al año, «o que supón unha redución moi significativa dos custos ao poder utilizarse os soportes xa instalados no encoro». Este tratamiento se mantendrá, en principio, hasta que sea significativa la reducción de nutrientes que llegan a la presa con las medidas establecidas en el Plan Umia.
La nueva aplicación de corteza de este año tendrá lugar en los meses de verano, «dependendo sempre do ritmo de descomposición da dose actual», señaló Medio Ambiente. El tratamiento, que comprende una superficie de 45 hectáreas del embalse, se desarrolla a través de unas estructuras flotantes, a modo de pequeñas bateas, en función de la profundidad.
Hay estructuras de 3x3 metros para las zonas con más de 6 metros de profundidad, que soportan 500 kilos de cáscara; estructuras de 1x1 para profundidades intermedias (2-6 metros), con 100 kilos; y las más pequeñas, para profundidades inferiores, de 0,5x0,5 metros, con 50 kilos.
El tratamiento experimental, ensayado en As Forcadas (Valdoviño), está incluido en el Plan Umia. En breve se iniciará la obra de mejora de la red de saneamiento de Cuntis, con una inversión de 1,3 millones.
Partidos como el BNG y Anova cuestionan abiertamente la aplicación de la corteza, al entender que supone un despilfarro de dinero público. Abogan por el rescate de la concesión del aprovechamiento hidroeléctrico por «contaminar» el río.
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