domingo, 21 de julio de 2013

La flota de cerco denuncia irregularidades en las redes




Los armadores de la flota de cerco quieren asegurar que el mar seguirá siendo su sustento en los próximos años y, por ello, exigen medidas a la Xunta. Tanto la Cofradía de Pescadores de A Coruña como la Agrupación de Armadores de Cerco de la ciudad demandan a la Consellería do Mar un mayor control sobre los aparejos de pesca porque la falta de revisiones exhaustivas provoca que muchos pesqueros que descargan en la lonja utilicen redes más altas y largas. Eso, en la práctica, supone poner en peligro los bancos de sardina y jurel.

“Hay un problema de peligro de extinción de especies que exige tomar medidas”, afirma categórico el sector, que en A Coruña ha pasado de estar conformado por un barco a cinco –y de tener futuro podrían sumarse algunos armadores más– de los que dependen numerosas familias. La asociación que agrupa a los cerqueros alude directamente al control de los aparejos y, por consiguiente, de los cupos de pesca para salvaguardar el negocio.

Por ello solicitarán una reunión con la Consellería do Medio Rural e do Mar para que solventen “la escasez de pesca derivada de la gestión de los últimos años, en los que hubo pesca masiva y uso de redes de cerco de más longitud y altura de la permitida”. La denuncia, aunque pueda parecer en detrimento de ellos mismos, tiene el objetivo opuesto.

“La Consellería do Mar debe establecer más medidas de control como inspecciones tanto en el mar como en la descarga en los puertos porque se producen descargas masivas, además de en los aparejos”, insisten fuentes de la organización.

De hecho, aseguran que mientras ellos dejan toda la mercancía en El Muro, algunos barcos con puertos base en localidades como Camariñas, Portosín, Sada, Malpica o Muxía, por poner algunos ejemplos, descargan parte de la pesca del día en el puerto coruñés mientras que parte se reserva para vender en sus lugares de origen.

Otra explicación es que el excedente de kilos sobre el cupo marcado legalmente se “comercializa muchas veces en negro o fuera de la lonja”, para escapar del control que se establece de forma previa a las subastas.

Ante esta diferencia de actuaciones es complejo poner de acuerdo a todos los armadores que trabajan con esta arte de pesca. En este sentido en A Coruña advierten de que ellos están dispuestos a asumir el engorro que el incremento de los exámenes pueda producir, si con eso aseguran su futuro. Desde la Cofradía de Pescadores y la Asociación de Armadores de Cerco subrayan que si las cosas siguen como están un sector que da de comer a “armadores, marineros, subastadores, comercializadores, transportistas, plazas de abastos y pescaderías de calle” podría irse a pique.

Lo dicen con conocimiento de causa pues dan una explicación a la escasez de sardina, que cada año es mayor, y que está lejos de deberse a los temporales como se comenta en algunas ocasiones. “La sardina está en peligro de extinción y ahora se está esquilmando el jurel”, afirman, y piden soluciones para que con esta última especie no ocurra lo mismo que con la anterior, de la que casi no quedan bancos de pesca bien surtidos. Otra de las opciones de captura para ellos es, por ejemplo, la xarda cuando no está en veda.

Además de dirigirse a la Consellería do Medio Rural e do Mar, ambos colectivos han conversado con la Autoridad Portuaria para dotar de transparencia al subsector.

En concreto, le han demandado que la lonja “habilite una sala solo para las ventas de cerco y sea obligatorio descargar todo en ella”. Además, para completar esa instalación pretenden que se coloque un panel digital para que los compradores pujen con marcadores “para que se venda con total claridad”.

La campaña de la sardina está siendo este año "muy mala" para la flota gallega. Y_todo, según explica el sector, debido a la "mala gestión" del recurso en los últimos ejercicios, que hizo que en la actualidad escasee en las costas de la comunidad. La flota de cerco coruñesa teme ahora que la historia se repita, pero con otra especie: el jurel. Y es que los buques que operan en el puerto de la ciudad denuncian que en las últimas semanas están presenciando prácticas ilegales en la captura del pescado. Alertan de que hay barcos de otros puertos que descargan en la dársena coruñesa y que incumplen la medida reglamentaria de las redes. También aseguran que, en algunos casos, las descargas sobrepasan los topes de captura fijados y que el pescado se vende sin pasar por lonja, saltándose así el mecanismo fijado para la venta. Ante esto, los pescadores exigen a la Xunta que tome medidas de control, tanto en tierra como en mar, para evitar "futuros problemas" en la pesca del jurel.

Los armadores de cerco asociados a la cofradía coruñesa aseguran que el jurel "se está pescando con aparejos demasiado grandes", por lo que algunos buques de otras dársenas de la comunidad incumplen el reglamento fijado en el decreto de artes de la Xunta. "Hay un exceso muy grande de red de cerco y se están saltando las medidas estipuladas. Lo único que consiguen es esquilmar el recurso y ponerlo en peligro de cara a los próximos años, como ocurrió con la sardina", aseguran fuentes de la flota coruñesa, que indican que esta tónica se repite en otros puertos gallegos como Sada, Malpica o Camariñas.

Pero este no es el único problema que preocupa a los cinco cerqueros de la ciudad, a los que se sumarán otros "dos o tres" próximamente. Según fuentes del puerto, algunos de los barcos que descargan en _A Coruña llegan a puerto con "demasiadas capturas", que sobrepasan los cupos diarios fijados para la campaña del jurel.

Y ese pescado, cuando llega a la lonja, se comercializa "de forma ilegal", según las fuentes, ya que "algunos" venden el jurel sin pasar por la lonja, al tener ya pactada la venta con un tercero. "Vemos que hay intermediarios que no son del sector, hay dinero negro de por medio", explican los armadores coruñeses, que denuncian que esta práctica repercute después en las ventas de aquellos que trabajan "con total legalidad". "Si un comprador sabe que puede comprar el jurel de forma más barata, lo comprará y afectará así al que venta el pescado con total legalidad en la lonja", explican.

Por este motivo, representantes del cerco coruñés se reunieron recientemente con las autoridades portuarias para exigir una sala específica en la lonja de la ciudad para la venta del pescado capturado por este segmento de flota. "Dijeron que lo van a estudiar, pero no hay ningún compromiso", explican los armadores, que piden que se instale un panel telemático para poder controlar "con total claridad" las subastas de jurel. "Esto ya se hace en otras lonjas de la comunidad pero aquí no, y sería una forma de controlar las ventas", afirman.

  

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