El consumo de pescado le come terreno a la carne y, ante el estancamiento de la pesca, es la joven industria acuícola la que vive un momento de expansión. Pero poco se sabe de las infecciones de los peces y moluscos y hoy este es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan estas empresas, hasta el punto de que pueden suponer su cierre. Alrededor de 350 expertos en inmunología de animales acuáticos aterrizaron recientemente en Galicia procedentes de todo el mundo para poner en común los últimos avances en la búsqueda de vacunas y dietas para combatir las enfermedades, en la I Conferencia Internacional en Inmunología de Peces y Moluscos, organizada por el Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC.
Entre ellos se encuentra uno de los pioneros en este campo, el director de la Facultad de Biología de la Universidad de Aberdeen (Escocia), Christopher Secombes. El científico cuenta que, cuando elaboraba su tesis, empezaron a aparecer las primeras granjas acuícolas en Europa y "había una clara necesidad" de investigar para prevenir las enfermedades en los criaderos de los animales. En concreto, él se centró en salmones y carpas, y los éxitos son visibles hoy en la contabilidad de algunas producciones que usan vacunas a las que él abrió la puerta. En un acto en la Illa de San Simón, Aberdeen fue nombrado miembro honorífico de la International Society of Fish and Shellfish, por su aportación a este campo de la ciencia.
El congreso no solo se centró en este aspecto. El estudio de las respuestas inmunes de estos organismos da para mucho más. "Hay otros animales cuya respuesta inmune ha evolucionado de forma diferente a la del hombre, pero pueden tener mecanismos de una defensa más eficiente ante infecciones que podamos aprovechar", destaca Beatriz Novoa, investigadora del CSIC.
El encuentro abordó temas de lo más variado -como aplicaciones en medicina y cosmética- y muchos, de enorme relevancia. Es el caso del trabajo del equipo de Giuseppe Scapigliati. Tras 15 años de investigación, han resuelto la incógnita sobre el eslabón perdido entre los peces y los primeros vertebrados que pusieron sus cuatro patas en el ámbito terrestre hace 360 millones de años. El mérito de este paso evolutivo se lo disputaban dos especies: el celacanto y el pez pulmonado. La investigación concluye que es este último el pariente más cercano a los tetrapodos, un descubrimiento que hará "cambiar el chip" a los científicos.
El encuentro celebrado varias semanas, en el que participaron más de 350 científicos procedentes de todo el mundo, también fue el primero en abordar tanto la inmunología de peces como la de moluscos. "Es lo que estábamos esperando. Por primera vez nos juntamos para hablar de procesos comunes en ambas especies", destaca Paola Venier, de la Universidad de Padua.
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